
Amovens es una 'rara avis' en el sector de la movilidad. La empresa, que empezó ofreciendo viajes compartidos, ha virado su negocio al alquiler de vehículos privados y apuesta por que haya menos vehículos en las calles para hacer las ciudades más amigables. Quizás por eso hay cada año más conductores que alquilan sus coches a otros.
¿Qué supuso el año 2023 para Amovens?
Hemos crecido un 50% respecto a 2022 y ha sido el primer año que hemos cerrado con beneficios, que hemos repartido en febrero entre todos los empleados de todos los países. Hemos hecho un resultado mejor del que esperábamos, porque pretendíamos quedar en negativo, muy próximos al break even (equilibrio financiero), por lo que estamos muy contentos. En términos operativos, hemos vuelto a crecer en usuarios y superamos los dos millones en España y los tres millones y medio en toda Europa.
¿Cómo han evolucionado vuestras distintas ramas de negocio?
El alquiler entre particulares ha crecido un 60% y el renting lo ha hecho en un 48%. Y para el próximo año esperamos que crezcan ambas en torno a otro 50%.
En octubre implantasteis un modelo de suscripción al que denomináis 'el Netflix del alquiler de los coches' en varios países europeos. ¿Llegará a España?
Ya está activo. Inicialmente no lo íbamos a lanzar, pero nos lanzamos a ello a modo de prueba. Como no esperábamos sacarlo, no nos pusimos un objetivo de suscriptores. Y hemos conseguido que crezca la retención de los usuarios que alquilan un coche con nosotros. Antiguamente la gente cogía un coche una vez al año, cuando se iba de vacaciones. Nosotros hemos conseguido que se entienda que no es más caro alquilar un coche cuando lo necesitas que comprarlo, de modo que hay gente que repite mucho.
¿Cómo funciona esta propuesta?
Hay dos tipos de suscripciones: la de 4 euros al mes, que te ofrece un 10% de descuento en todos los alquileres; y la de 12 euros, que ofrece un 20%. Con alquilar un coche 9 o 14 días al año se cubren las suscripciones.

¿Estáis cómodos con vuestro modelo de negocio?
Ayudamos a gente que alquila asiduamente con nosotros y conseguimos que otros no tengan un coche propio, que es nuestra función. No sólo alquilamos. Si quisiéramos eso seríamos un rent a car, pondríamos coches brillantes, pero queremos que todo lo que hay en la calle se mueva. Los usuarios no cogen lo más barato, cogen vehículos con etiqueta cero, o híbridos enchufables, porque necesitan entrar al centro de las grandes ciudades, como Madrid o Barcelona, a hacer sus compras.
Algunos competidores han empezado a aplicar modelos de suscripción parecidos al de Amovens. ¿Se endurece la competencia?
Depende de los coches. Las empresas de carsharing con vehículos eléctricos permiten ir de un punto a otro de la ciudad y compiten con el taxi, las VTC o el autobús. Simplemente están haciendo un modelo que conlleva pagar todos los meses a cambio de unos minutos gratis. Creo que ese modelo desaparecerá, porque está bien para que la gente vea que no necesita un coche para moverse por la ciudad, para romper la mentalidad de tenerlo. En ciudades como Madrid se tarda 10 a 15 minutos en llegar al centro y otros tantos para aparcar, lo que no tiene sentido. Son coches que siguen usando mucho espacio público para aparcar y no satisfacen todas las necesidades de movilidad de sus usuarios.
¿Quiere decir que el 'carsharing' actual es poco eficiente?
No podemos seguir teniendo coches con un solo viajero porque éste rechace ir en transporte público lo asocie a su nivel socioeconómico. Ahora se habla de cobrar por entrar en las ciudades, y pese a eso seguirá entrando gente en coche. Las ciudades se tienen que volver libres de coches. No somos activistas contra el coche, somos activistas contra los coches que no se usan. Si quitásemos dos tercios de los coches que hay ahora mismo en las calles podríamos seguir moviéndonos todos con los restantes para lo que quisiéramos, pero es más cómodo tenerlo aparcado y usarlo cuando quieras. Pero va en contra del resto. Los coches son cada vez más grandes y las casas más pequeñas. Es un sinsentido.
Su discurso es radicalmente distinto a los asuntos hegemónicos en la movilidad.
La gente actúa en función de la costumbre y de lo que conoce. Yo no quiero dejar de vivir cómodamente, ni quiero vivir en una ciudad incómoda. Pero lo que me gustaría es tener muchos coches disponibles alrededor de casa, a un precio asequible, que pueda utilizarlo sin tenerlo en propiedad.
Volviendo al negocio, esa flexibilidad por la que aboga Amovens también la ha llevado a su negocio de 'renting'. ¿Cómo está funcionando vuestro 'renting' de seminuevos'?
Ahora ya se ha generalizado, pero el 90% de lo que comercializamos son rentings de coches usados, porque son los que están disponibles y son realmente flexibles. Antes de la pandemia, los rentings eran a tres años y ahora son a cinco. Pero ahora la gente no quiere atarse tanto tiempo a un contrato, más aún teniendo en cuenta que no sabe qué va a pasar con la legislación ambiental. Prefieren tener un coche cada seis meses o cada año, incluido el seguro a todo riesgo sin franquicia.
¿Este es uno de los factores que ha provocado que los coches sean más caros?
La flexibilidad normalmente es cara. La combinación flexible y barato no existe. Entonces, ¿por qué vas a tener algo nuevo, caro y que no sea flexible? Nosotros no queremos ni ofrecer eso a no ser que lo pida el cliente.
Fuisteis pioneros en subarrendar los coches de renting que alquilabais. ¿Cómo está funcionando esta práctica?
Cada vez más gente la utiliza. No es una obligación, pero ofrece tranquilidad. Nos escogen porque si algún día dejan de hacer uso de ese coche, pueden sacarle partido.
Asumiendo que el alquiler no flexible está generalizado en el mercado, ¿hacia dónde evolucionará el 'renting'?
Hay grandes empresas que hacen alquileres a largo plazo; otras, o incluso esas mismas, añaden flexibilidad a un alto precio durante varios meses; están las que te alquilan coches por días y las que lo alquilan por minutos u horas. Creo que todo esto nos llevará a una plataforma a la que podamos tener acceso todos para garantizar nuestra movilidad a través de un coche al que acceder en el momento y a un precio conveniente. La movilidad dejará de estar asociada al coche para pasar a definir a las personas. Estamos hablando de un cambio de paradigma en la movilidad, donde el coche deja de estar en el centro y pasan a estarlo las personas.
Pero además cambia respecto a que no soy yo, como empresa, la que te ofrece; sino que eres tú, como consumidor, el que me pides. Este exigirá al mercado que se adapte al cliente. Cuando viajamos en avión miramos cómo llegar al destino, lo que nos cuesta o la compañía, nadie mira el modelo de la aeronave. Pero a la gente no le importa demasiado qué le ofrece el avión, quiere decidir en base a unos lujos y saber cuándo sale y cuándo llega. Esto va a pasar en los coches. No habrá estatus, habrá coches más o menos cómodos, más o menos baratos, pero a la gente le acabará dando igual cual usar.
¿Cómo se diferencia una empresa como la vuestra en un sector tan competitivo?
Escuchando a los usuarios. No somos perfectos, pero lo hacemos de verdad. La movilidad de hoy está pensada sobre rentabilizar un activo que alquilas durante un período, y eso está cambiando. Los concesionarios ahora se llaman garage y tienen de todo menos coches: plantas, barra de bar, etc., la gente está perdiendo esa necesidad de tener vehículo. Así que los fabricantes tienen que venderte su mundo, porque el coche sigue saliendo de la misma fábrica, lo vas a pagar y se va a devaluar. Nuestra diferencia con el resto está en que no tenemos que comprar coches y ponerlos en las calles, sino que ya están allí. En España, los coches se pasan el 97% de su vida útil parado. Queremos reducirlos y que los que hay se usen más, para que cualquiera pueda disponer de uno cuando quiera.