
En el año 2019, la icónica catedral de Notre-Dame, ubicada en París, ardió en un incendio que ha mantenido este histórico edificio cerrado al público durante años debido a las labores de restauración que se han llevado a cabo tras el incidente. Ahora, en el año 2024 y tras una larga espera, el templo vuelve a abrir sus puertas a los turistas.
Así, cinco años después del incendio, la catedral de París reabrirá sus puertas el domingo 8 de diciembre, coincidiendo con la festividad religiosa de la Inmaculada Concepción, que es la fecha marcada en el calendario, cuando se consagrará el nuevo altar.
Calendario de eventos en la reapertura de Notre-Dame
Antes de esta fecha oficial de reapertura al público, el 7 de diciembre por la tarde, tendrá lugar la apertura solemne de las puertas de Notre-Dame en presencia de las autoridades, seguida de la bendición del órgano (completamente desmontado y vuelto a montar), el Te Deum y el Magnificat, tal y como se recoge desde Vatican News.
El mismo domingo 8 de diciembre de 2024, durante la mañana del segundo domingo de Adviento, tendrá lugar la consagración del nuevo altar, seguida de la celebración de la Eucaristía.
El 9 de diciembre será el último día de este triduo especial, cuando se celebrará la misa en presencia de numerosos obispos y sacerdotes franceses y de todo el mundo: "Esperamos que los parisinos puedan estar presentes en la catedral, que solo cuenta con 1.500 asientos, y en la parvis, donde se levantará una gran carpa", relata monseñor Olivier Ribadeau Dumas al citado medio. De hecho, se instalarán pantallas gigantes en otros lugares de la capital francesa para que no sólo los católicos, sino todos los habitantes de París puedan ver la catedral de Notre-Dame.
Tras este triduo homenaje a la reapertura de Notre-Dame, a partir del día 10 y hasta el 15 de diciembre de 2024, se celebrarán por las mañanas misas solemnes por las asociaciones caritativas, por los pobres, por las comunidades religiosas, por los jóvenes, por los donantes, por los ayudantes... Por último, en los meses siguientes, Notre-Dame acogerá a peregrinos, primero de la región parisina y después de toda Francia.