Transportes y Turismo

El nuevo mapa de autobuses ahorrará hasta tres horas en las grandes rutas

Autobús circulando por una carretera local. / iStock

La revolución en la movilidad por carretera que prepara el Ministerio de Transportes provocará que los usuarios se puedan ahorrar hasta tres horas de viaje frente a los trayectos actuales, generalmente más largos. El nuevo mapa de concesiones y rutas que verá la luz en los próximos meses contempla reducir paradas de los grandes corredores cuya titularidad corresponde al Estado, a cambio de que estos servicios sean asumidos por las comunidades autónomas.

Desde el gabinete de Óscar Puente hablan de "evolucionar" el sistema para que el autobús sea más competitivo, tanto frente al tren, que le ha ido restando cuota de mercado año a año según se expandía la alta velocidad, como frente al vehículo privado, en línea con los objetivos de descarbonización europeos. En concreto, plantean que estas líneas cumplan con su papel "natural", que es canalizar los grandes flujos de viajeros entre grandes ciudades.

Dentro de la evolución proyectada para el sector del autobús —donde el debate de la liberalización del mercado ha ido cobrando protagonismo—, la renovación del mapa concesional es el único consenso al que se han adherido las empresas del sector y los grupos políticos del Congreso con el objetivo de acabar con las decenas de concesiones caducadas que todavía perviven desde la dictadura.

Pero este apoyo sectorial puede acabar sepultado, una vez más, por la política. La filtración del proyecto del nuevo mapa de concesiones a principios del pasado año levantó una importante polvareda en las regiones más rurales y en los pequeños pueblos, dado que las ganancias de tiempo previstas se harán a costa de suprimir la obligación de que los autobuses de largo recorrido efectúen parada en pequeños pueblos y pedanías por las que, a día de hoy, todavía tienen que circular pese a no contar con apenas viajeros.

40 millones para que los pueblos tengan más buses

El Ministerio ha tratado de sofocar posibles protestas anunciando un fondo de 25 millones de euros para que las autonomías puedan diseñar nuevas rutas de autobús o incrementar las frecuencias de las que ya circulan por estos pequeños municipios que, de manera recurrente, se mueven hacia sus capitales de provincia o región, más que hacia los puntos de origen o destino de las rutas nacionales.

Desde Transportes esgrimen que este diseño permitirá cumplir con sus verdaderas competencias estatales: atender los viajes entre regiones, conectando los principales núcleos de población de manera directa. Así, aboga por mejorar la cooperación con las comunidades autónomas para coordinar la red estatal con las regionales, de forma que se logre una mayor capilaridad y se aumente la oferta. Además, al quedarse los viajes regionales, las autonomías podrán ingresar hasta 15 millones de euros adicionales que podrán revertir en mejorar su red.

Mientras tanto, los viajeros de los grandes corredores, que son la mayoría en estas rutas, verán cómo se reducen sustancialmente sus tiempos de viaje. El caso más flagrante se verá en los autobuses que unen Santander con A Coruña, que se ahorrarán 2 horas y 47 minutos dentro de un trayecto que hoy supera las nueve horas, el doble que en coche (4 horas y 25 minutos).

En otras rutas bien extensas, como las que unen Sevilla y Málaga con Valencia, se pasará de más de 11 horas a menos de 9 horas y media. Y en otras como Valencia-Barcelona, donde el autobús todavía puede competir con el coche y el tren, la mejora de 40 minutos dejaría el viaje en 4 horas y media. Las mejoras también evitarán viajes en coche en rutas más cortas pero con vínculos , como la Albacete-Alicante o la Guadalajara-Soria, que podrán ahorrarse hasta una hora en sus trayectos.

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