Madrid
elEconomista Movilidad y Transporte visita este mes el Centro de Transportes de Coslada que, tras 24 años operativo, busca hacer crecer el sector de la mano de la Comunidad de Madrid, con la que tiene en marcha un proyecto para constituir la Agencia de Logística Madrileña que se dedicaría a gestionar y promover de forma conjunta de los parques logísticos de toda la región. Para ello, buscan unificar en un mismo espacio institucional a los distintos organismos nacionales, regionales y locales que cuenten con suelos logísticos, de forma que se lleve a cabo un desarrollo estratégico de los mismos.
Cabe recordar que en el territorio madrileño existen 36.000 empresas dedicadas a la logística y a los transportes, una de las actividades más punteras de la economía regional, que representa el 7% de su Producto Interior Bruto y da trabajo a más de 200.000 personas. "Este instrumento de colaboración público-privada posicionaría a Madrid como el gran nodo logístico global del sur de Europa, con más de 6 millones de metros cuadrados de espacio dedicados a esta actividad, 23 parques y el aeropuerto Adolfo Suárez-Madrid Barajas", señala el director de la instalación Eduardo José San Román.
En 1990, la Comunidad de Madrid, el Ayuntamiento de Coslada y la Cámara de Comercio planificaron conjuntamente el Centro de Transportes de Coslada, para afrontar las necesidades de suelo de las empresas logísticas de entonces, aunque en la actualidad puede parecer pequeño si se compara con los proyectos de grandes empresas asentadas en la región.
El Centro fue diseñado para unificar todas las naves logísticas para la distribución de mercancías aprovechando su privilegiada situación junto al aeropuerto de Madrid-Barajas. Actualmente, cuenta con un movimiento medio de unos 8.000 camiones al día. En un principio, la sociedad se dividía en dos partes: el Polígono de Actividades Logísticas (PAL Coslada) se encargaba de las compras de terreno, y el Centro de Actividades Logísticas de Coslada (CTC), que se encargaba de la parte arrendataria. En la actualidad sólo existe la posibilidad de compras del terreno, que está ocupado en su totalidad a falta de la firma de la venta de la última de las parcelas.
"Las necesidades de las empresas hace 30 años pasaban alquilar parcelas pequeñas porque no hacían grandes desarrollos", Pedro Jaén apunta el director financiero de la compañía. Pero este modelo ha ido evolucionando y las compañías ahora compran los suelos y los incluyen en sus cuadros de amortización. "En CTC hemos sabido, durante estos años, adaptarnos a las necesidades, reconvirtiendo los derechos de superficie en una venta de la propiedad, y prestando una serie de servicios a las sociedades que han ido aumentando con el tiempo", señala. Según explica, los servicios eran prácticamente servicios de estancia, pero en la actualidad se prestan servicios de seguridad, limpieza, viales, recogida de residuos sólidos urbanos, servicio de cafetería y préstamo de salas. Actualmente, el centro cuenta con 107 empresas instaladas.
"No hay una superficie logística que tenga más valor en España en este momento que el Centro de Transporte de Coslada", asegura el director de la instalación. Para poder cuantificar su importancia, es importante recordar que el 55% de la carga aérea que recibe España entra por el aeropuerto de Barajas y en torno al 60% de las mercancías que entran por el puerto de Barcelona, Tarragona y Valencia acaban de una manera u otra en la Comunidad de Madrid, considerado un 'puerto seco', por lo que una infraestructura como esta se considera como un nodo fundamental en el mundo logístico.
Respecto al resultado financiero de la instalación, la compañía ha basado su funcionamiento en la venta de parcelas, que daba lugar a años sucesivos de 'números negros' gracias a los beneficios de estas instalaciones. Pero, por primera vez en 2022 y repetidamente en 2023, el Centro de Transportes de Coslada logró cerrar su ejercicio beneficios operativos, de forma que los gastos corrientes han sido inferiores a los ingresos. Así, el CTC puede subsistir dando beneficios económicos sin necesidad de vender ni suelo, ni parcelas, ni oficinas. "Este año, tuvimos en torno a unos 40.000 euros de beneficio, duplicando los del año pasado", expone San Román. La sociedad trabaja en explotar nuevas unidades de negocio que serán implementadas próximamente, como la explotación publicitaria.
Más allá de los retos diarios, el Centro de Transportes de Coslada mantiene abierto un frente con el Puerto Seco de Coslada, una instalación adyacente titularidad del Ministerio de Transportes que recibió el permiso del ayuntamiento de Coslada para que los camiones que accedían al Puerto Seco hicieran uso de los viales del CTC. Desde la instalación recelan de este permiso y lo consideran ilegal, ya que consideran que pudieron construir un acceso independiente que nunca llevaron a cabo: "Estamos iniciando un proceso de negociación para ver de qué manera pueden colaborar con el mantenimiento, pero el Ministerio no es muy receptivo a las solicitudes de la Comunidad de Madrid", comenta el director.
Otro de los puntos de inflexión que determinarán el futuro del Centro de Transportes de Coslada es la más que probable salida de la Comunidad de Madrid de su accionariado. A día de hoy, el 51% de las acciones pertenecen a la Consejería de Hacienda de la Comunidad de Madrid, el 39% a la Cámara de Comercio y el 10% al Ayuntamiento de Coslada. En el momento en que la Comunidad de Madrid decida abandonar sus posiciones, deberá entregar sus acciones a través de los procesos de licitación que legalmente sean necesarios, pero desde la instalación ya han planteado al resto de socios su interés en comprar ese paquete accionarial y quedarse con la sociedad. En caso de que el consistorio cosladeño y la Cámara de Comercio decidan hacer uso de su derecho de adquisición preferente regulado por Ley, el reparto daría un 72% a la Cámara y un 28% al Ayuntamiento de Coslada.