
Renfe no llegará a París antes de los Juegos Olímpicos que se celebrarán en la capital francesa este verano, como ambicionaba su presidente, Raül Blanco. Así lo confirmó este miércoles el ministro de Transportes, Óscar Puente, quien acusó al país vecino de "deslealtad" por las continuas trabas burocráticas y técnicas que están dificultando la expansión internacional de la operadora pública. Ambos líderes hablan ahora de finales de año como fecha de estreno de estos servicios, tal y como adelantó elEconomista.es, aunque para cumplir este hito necesita alinear los tiempos de la administración francesa con los suyos propios: todavía tiene que realizar distintas pruebas técnicas y operativas que garanticen la fiabilidad de sus trenes y formar a sus tripulaciones.
El ministro de Transportes, siguiendo la línea de su predecesora Raquel Sánchez, ha vuelto a acusar a las autoridades francesas de dificultar la entrada de la operadora española en sus vías frente a las facilidades puestas por Adif para que tanto SNCF como su filial Ouigo circulen por la infraestructura española.
Puente ha llegado a acusar al país vecino de "competencia desleal en el mercado ferroviario", al constatar que las administraciones galas están poniendo muchos problemas a Renfe para homologar sus trenes en las vías del país vecino. "Ellos trabajan aquí en un escenario que ya nos gustaría a nosotros y eso es una estrategia desleal. Ya se lo he dicho a la comisaria de Transportes en Bruselas, que necesitamos competir en igualdad de condiciones", señaló en una entrevista en televisión.
Puso como ejemplo la falta de reciprocidad en las labores de mantenimiento de los trenes: al tiempo que SNCF cuenta con un taller en Madrid para realizar las reparaciones que requiera la flota de Ouigo, no facilita que Renfe pueda tener una instalación similar en Francia, obligando a traer los trenes a España para efectuar estos trabajos.
El ejemplo del proteccionismo francés está en que sólo dos operadores han podido entrar a operar en sus vías: la estatal italiana Trenitalia, que opera el trayecto París-Lyon-Milán desde finales de 2021, pero que ahora tiene suspendidos los servicios hasta el norte del país transalpino por un desprendimiento que mantiene cortada la conexión internacional; y la privada Transdev, que ha ganado los concursos para gestionar las líneas Niza-Marsella y Nancy-Contrexéville.
Ya ha solicitado horarios
A día de hoy, Renfe dispone de dos opciones para llegar a París: hacer uso de los trenes de la serie 100 construidos por la francesa Alstom y que ya circulan hasta Lyon y Marsella; o llevar sus nuevos trenes de la serie 106, fabricados por Talgo y preparados para circular por las vías francesas, pero que no han sido probados lo suficiente.
Por el momento, y a la espera de resolver estas dificultades, Renfe ha solicitado a SNCF Reseau, el gestor de la infraestructura, una serie de surcos horarios para ir más al norte de Lyon, hasta París, a partir del cuarto trimestre de 2024. La oferta prevista contempla seis viajes diarios de ida y vuelta que se sumarían a los dos trayectos actuales hasta Lyon y Marsella.
Una de esas frecuencias sería para realizar un trayecto directo entre Barcelona y París, compitiendo directamente con SNCF, que ya opera dos frecuencias diarias en este corredor. La propuesta de Renfe incluye un tren diario desde Barcelona a las 06:28 horas que llegaría a la estación parisina a las 13:02; y un tren inverso con salida a las 15:42 y llegada a las 22:30 horas, ambos realizables en unas seis horas y media. A esta hay que sumar otros tres trenes diarios entre París y Lyon, y otros dos entre París y Marsella, previo paso por Lyon.