
Con la Navidad a la vuelta de la esquina, las empresas logísticas se preparan para atender las necesidades de los consumidores en cuanto a productos frescos y congelados, que este año viven una situación de incertidumbre ya que, aunque se espera un pico de demanda, este será escaso en comparación con sus precedentes por la alta inflación alimentaria Al mismo tiempo, sectores como el pesquero alarman de una situación crítica por la caída de la producción, una afección que también se traslada al resto de la cadena: Empresas cómo Primafrío vaticinan una bajada notable de la demanda de la logística del frio en esta campaña de navidad.
La logística alimentaria plantea una serie de exigencias que determinan su complejidad, como la necesidad de asegurar durante todo el proceso la máxima trazabilidad logística y un exhaustivo control de inventarios que permitan la rápida identificación de determinados productos en caso de que estén afectados por alguna anomalía o irregularidad. A esto se sumanexigentes controles de calidad para su correcta conservación; el transporte y almacenamiento de productos en condiciones especiales para mantener la cadena del frío y, en muchos casos, también operar con plazos de entrega muy ajustados, ya que ciertos alimentos de alto valor requieren de entregas más urgentes.
A todo esto hay que añadir el reto adicional de compartir durante todo el proceso información en tiempo real entre todos los agentes que intervienen en la cadena, con el fin de garantizar los máximos estándares de calidad y eficiencia en todo el proceso.
Francisco Aranda, presidente de la patronal UNO Logística, comenta que para hacer rente a todas estas exigencias, los operadores logísticos del sector alimentario "han tenido que redimensionar sus infraestructuras, reorganizar su operativa, atender los picos de demanda mediante la digitalización de los procesos, mantener en todo momento el suministro de productos, sobre todo aquellos de primera necesidad, y hacerlo en un tiempo récord, poniendo de manifiesto su potencial, profesionalidad y capacidad de adaptación", comenta Francisco Aranda, presidente de la patronal UNO Logística.
Uno de los grandes actores de la logística nacional en estas fechas es Makro. La restauración tiene marcada la Navidad como uno de sus momentos de mayor actividad durante el año, por lo que el reto también se traslada a la cadena líder en distribución a hostelería. José Carlos Álvarez, director de logística de Makro, explica a este periódico que "el cliente profesional, el hostelero en nuestro caso, requiere un gran rigor en lo que se refiere a la calidad del producto, por lo que garantizar la cadena de frío en todo el proceso de suministro es una de nuestras prioridades y a la vez uno de nuestros mayores retos". A esto añade la dificultad de contener los costes energéticos, "ya que este tipo de logística está muy afectada por los mismos", explica.
Desde la empresa mayorista también lamentan la ausencia de infraestructura específica para este tipo de logística, ya que la necesidad de equipos específicos hace que su red logística sea menos amplia que para el resto de productos. La falta de hubs logísticos refrigerados en algunas ciudades, las nuevas normativas de bajas emisiones o la oferta reducida de este tipo de vehículos estarían condicionando este tipo de repartos.
Pese a todos estos inconvenientes, el alto ejecutivo de Makro considera que saldrá reforzado: "Nuestras expectativas son buenas para esta campaña en la que el frío tendrá un peso importante". Desde la compañía aseguran que ya están en niveles de transporte parecidos a los de antes de la pandemia, después de que la logística del frío creciera un 90% en el pasado ejercicio fiscal.
Las previsiones que maneja el distribuidor mayorista contrasta con las expectativas de otro de los grandes transportistas nacionales. Primafrío, empresa especializada en la logística del frío, apunta a que esta no será una buena campaña de Navidad debido a la inquietud generada por una situación económica nada halagüeña, que también impacta en nuestro sector por las dudas que genera en las exportaciones de frutas y verduras como consecuencia de una posible disminución de la demanda en Europa", explica Andrés Valverde, director de operacionesde Primafrío.
Aunque a cierre de este reportaje todavía era pronto para aportar datos concretos, el portavoz de la compañía defiende que la demanda "está a la baja, en torno a un 15%", afectada por la menor disponibilidad de producto fresco o las altas temperaturas, que han perjudicado a la calidad y cantidad de determinados cultivos. Ambas circunstancias, combinadas con una caída general del consumo, estarían teniendo un efecto negativo tanto en el arranque como en el desarrollo de la campaña.
"Está claro que la inflación está incidiendo directamente en la caída de la actividad económica a nivel industrial y comercial, y está afectando también directamente en el consumo", exponeValverde. Esta merma, generada por el aumentode los precios de la cesta de la compra, estaría conllevando automáticamente a un descenso de la demanda de los servicios de transporte.
Este frenazo a la economía también se ve reflejado en el discreto aumento de ventas que prevé Alcampo en esta campaña, que no superará el 5%. Según el director general de la compañía en España, Américo Ribeiro, las condiciones climatológicas y el incremento de precios que han afectado a algunos de los alimentos estrella de estas fechas —como el marisco o el cordero— propiciarán este año un movimiento de los consumidores hacia alternativas más económicas como los congelados, las semiconservas o los platos preparados. De forma contraria al efecto de la inflación, esta sustitución en el consumo beneficiaría de forma indirecta a las empresas dedicadas a la logística del frío, de forma que el mayor movimiento de unos productos sustituya la carencia de otros.
El movimiento de mercancías en los puertos es otro de los indicadores que pone de manifiesto el problema al que se enfrenta hoy el sector de la logística de productos frescos. La Cámara de Armadores de Pesqueros y Congeladores de Argentina (CAPECA) resalta en su informe de exportaciones la caída del langostino enviado a España, que hasta octubre experimentó una disminución del 17%. La caída de uno de los productos más demandados en las mesas navideñas es notable, a pesar de que el producto registró un precio 14 puntos porcentuales más bajo que el año anterior.