Transportes y Turismo

Adif lanzó en julio una obra de emergencia en Atocha tras detectar problemas en un desvío

Estación de Atocha, Madrid.

Las problemas con los cambios de aguja de la estación de Atocha no son nuevos para Adif. El gestor de la red ferroviaria lanzó en julio y licitó a principios de noviembre una obra de emergencia en el punto central de las Cercanías madrileñas tras localizar unos meses antes una serie de problemas en un desvío contiguo al que ha provocado dos descarrilamientos de trenes. Estas afecciones tendrían su origen tanto en el suelo sobre el que apoyan las vías como en el carril por el que circulan los trenes, según el informe que justificó la actuación. Este documento fue fechado en julio de 2023 y elaborado por el entonces director general de Conservación y Mantenimiento, Ángel Contreras, recientemente nombrado Presidente de Adif. En el mismo se propone actuar de emergencia "por defectos de consolidación de la losa y fijaciones" en el desvío número 22 de la línea ferroviaria que une Chamartín y Atocha a través del túnel de Recoletos.

Este desvío, que da acceso a las vías 1 y 2, no es el mismo que el afectado por los descarrilamientos, que lleva el número 24, y que permite transitar hacia las vías 4 y 5. En concreto, Adif había detectado "que los tornillos de anclaje de los aparatos de vía que fijan las resbaladeras a la vía en placa se soltaban y subían hacia arriba". Trató de solventarlo con la instalación de unas arandelas en todas las sujeciones sueltas, aunque no logró acabar con ello. A eso se suman problemas en el suelo sobre el que se ubica el desvío, una losa de hormigón que sufría de grietas causadas por el propio peso del equipo, los movimientos y las vibraciones al paso de los trenes.

En el estudio se hace mención a cómo la combinación de radios de curva reducidos y que las vías estén sujetas al suelo ha generado esfuerzos y desgastes en la infraestructura: "Está demostrado que en este tipo de vías, en las que se da la circunstancia de un radio reducido en las curvas junto a un armamento de vía en placa que constriñe los movimientos laterales, produce efectos perniciosos para la vía como son el desgaste ondulatorio, desgastes laterales del carril (...) combinadas con circulaciones constantes y agresivas, como son las unidades de Cercanías de dos pisos".

El tramo fue renovado en 2019

El túnel de Recoletos, al que dan acceso los dos cambios de agujas donde han tenido lugar los descarrilamientos, data del año 1933 pero no se puso en servicio hasta 1967. Para adaptarlo a las exigencias actuales fue renovado por completo en 2019, cuando se sustituyeron sustituyendo las vías antiguamente ubicadas sobre el balasto y sujetas por traviesas de madera por otra fórmula, la vía en placa, conformada por traviesas de hormigón armado que van directamente sobre el suelo.

El trayecto Chamartín-Atocha por este viejo tubo es el trazado con más tráfico de toda la red de Adif, al transitar por el mismo hasta cinco líneas de Cercanías distintas, además de trenes de media y larga distancia. El estudio de estos tráficos permitió determinar que el trazado diseñado para el acceso desde el túnel a los andenes de Atocha "no es el más adecuado", al estar constituido por "unas curvas sin transición de radio reducido y corto desarrollo" que lo hacen "demasiado exigente para la vía instalada".

"La experiencia ha demostrado que la combinación de esta magnitud con trazados de radios reducidos suele ir acompañada de problemas de desgaste ondulatorio en carril y problemas adicionales de inscripción del material rodante si no se aplican sobreanchos", añaden.

Incidencias continuadas en los desvíos

El informe también reseña la existencia de incidencias "prácticamente desde su puesta en servicio" en 2019, "tanto en plena vía como en lo correspondiente a los desvíos, en una zona relativamente acotada del entorno de Atocha". Una de las más significativas sucedió en octubre de 2022, cuando se produjo un fallo de comprobación del desvío 22 inicialmente causado por "los movimientos excesivos del aparato".

Esta actuación se solventó con una intervención puntual y la limitación de la velocidad de paso a 30 kilómetros por hora. Meses después, en abril del presente año, se procede a medir el trazado y descubren defectos en la alineación de la vía, "que demandan una intervención inmediata", volviendo a limitarse la velocidad, ahora a 10 km/h.

Es entonces cuando Adif, "ante el grave riesgo que produce el estado de esta infraestructura y la importante afección a la explotación ferroviaria", decide cursar estos arreglos de forma urgente. La obra, encargada a a Agrupación Guinovart Obras Y Servicios Hispania S.A., se formalizó el 11 de noviembre a cambio de 465.000 euros y ya se ha ejecutado tras colocar un equipamiento que permite sujetar la losa a la prelosa, según informan desde la empresa, que trabaja en un proyecto definitivo.

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