Transportes y Turismo

Transportes abre una investigación interna ante las múltiples incidencias en la red ferroviaria

  • La sucesión de descarrilamientos en Atocha y las múltiples incidencias en la alta velocidad ponen en guardia al gabinete de Óscar Puente. 
  • De momento "no consta" que se estén dando sabotajes en la red ferroviaria. 
  • Los primeros análisis señalan que la infraestructura está en buen estado. 
Tren descarrilado en Atocha el pasado martes. / EFE

La sucesión de incidencias que vive la red ferroviaria española en lo que va de año ha hecho saltar las alarmas en el Ministerio de Transportes. Con apenas tres semanas en el cargo, Óscar Puente se ha encontrado con una ristra de sucesos que han levantado las sospechas de los actores implicados en la operativa diaria de los trenes españoles ante la posibilidad de que se estén produciendo boicots organizados en determinados puntos clave de las infraestructuras gestionadas por Adif.

A ese respecto, el ministro admitió el pasado miércoles en un corrillo informal con periodistas que se habían abierto varias investigaciones oficiales sobre los incidentes en Cercanías, ante las sospechas de que estos actos vandálicos no fueran fortuitos. Según LaSexta, el ministro habría afirmado en un encuentro off the record que "hay que ser prudente pero, aunque no tenga certeza oficial, sí tengo sospechas de que haya podido haber un boicot a las Cercanías de Madrid en Atocha".

Desde el gabinete de Transportes apuntan a elEconomista.es que, de momento, "no consta" que haya un boicot al sistema ferroviario, especialmente en Madrid, por donde pasa toda la red de alta velocidad y buena parte de la convencional, algo que hace inevitable que cualquier incidencia se traslade al resto de territorios. "Todos los análisis y las pruebas que se están haciendo dicen que las infraestructuras están correctamente", esgrimen. Pero la teoría del sabotaje no es nueva en el edificio ministerial, que sí ha admitido actos vandálicos generalizados en Cataluña hasta el punto de pedir la colaboración de la Generalitat y los Mossos para reforzar la seguridad, tras detectar grupos organizados que realizaban daños "de forma sucesiva y con mucha agilidad".

"Preocupación" por la sucesión de problemas

Aunque esa sea la versión oficial, otras fuentes ministeriales consultadas por este medio confirman que en el departamento de Puente existe "preocupación" por la situación, ya que "son muchas casualidades y nos parece sospechoso". Estas fuentes apuntan a que estas incidencias se hayan producido en fechas muy señaladas, incrementando la afección sobre los usuarios y la repercusión mediática de estos sucesos. Recuerdan hechos fatídicos como la suspensión en la línea de alta velocidad Madrid-Valencia el día de las elecciones generales del 23 de junio, cuando se produjo un incendio en una arqueta en el pozo de bombas del túnel de acceso a València que dejó inutilizados los tres motores de achique de agua, un suceso que todavía continúa bajo investigación pero que consideran anormal.

Las dificultades se han intensificado desde octubre, mes difícil para la alta velocidad. El lunes 2 se paralizó la circulación entre Madrid y Barcelona durante toda mañana por una pieza que saltó de un tren y que, al parecer, habría bloqueado el sistema de seguridad que detecta si hay trenes en un tramo de vía, a lo que sucedió otra incidencia en un cambio de agujas. El viernes 13 de octubre, en plena operación salida del Puente del Pilar, quedó suspendida la circulación entre Madrid y Valencia por falta de tensión de la catenaria, sucedida por un enganchón de un tren con la catenaria, una incidencia recurrente en los últimos tiempos. Y el jueves 19, un temporal provocó graves daños en las líneas de Barcelona y Andalucía, después de que la primera se quedara sin electricidad en un tramo y la segunda sufriera la caída de árboles sobre las vías, obligando a interrumpir los tráficos.

El último episodio tuvo lugar el viernes 1 de diciembre, en vísperas del "acueducto" de festivos por el Puente de la Constitución. A las 15:30 horas se notificó una avería de infraestructura en Chamartín que afectó a la señalización y obligó a los trenes a hacer un cambio de marcha al norte de la estación, en vez de salir directamente hacia el sur por el túnel, previa autorización del puesto de mando, que iba dando paso uno a uno a los trenes. La incidencia provocó retrasos en los trenes con destino Valencia y Levante toda la tarde.

Los descarrilamientos se suceden en Atocha

En las últimas dos semanas, la red de Cercanías Madrid se ha visto afectada de forma significativa por una sucesión de incidencias en los accesos ferroviarios a la estación de Atocha. En la mediodía del domingo 26 de noviembre, un tren de larga distancia de Renfe con origen Almería sufrió un descarrilamiento a la salida de Atocha hacia Chamartín que dejó inútil el tránsito por el túnel de Recoletos hasta el martes 27 por la manaña, cuando se pudo recuperar la circulación por una de las dos vías tras reparar el desvío (cambio de agujas) afectado, que se partió por completo. 37 viajeros se vieron afectados y tuvieron que ser evacuados, sin que hubiera heridos. Durante esos dos días, los servicios de Cercanías y Media Distancia de todo Madrid vieron modificados sus itinerarios habituales.

El pasado martes 5 de diciembre, en plena operación salida del Puente de la Constitución, un Cercanías que realizaba el recorrido Aeropuerto-Príncipe Pío también sufrió la salida de vía de varios de sus ejes a la entrada de Atocha por la vía 5, obligando a limitar la circulación por vía única y a desalojar a los 60 viajeros que había en su interior. La incidencia quedó resuelta en la mañana del día siguiente. En ese mismo punto volvió a producirse otro descarrilamiento en la madrugada del viernes 8 de diciembre, cuando el último tren del día de la misma ruta volvió a salirse de la vía. Este incidente apenas ha generado incidencias para los usuarios, ya que los equipos técnicos de Adif y Renfe lograron normalizar la circulación a las 6:44 horas de la mañana siguiente.

La sucesión de problemas causados por este desvío, que lleva meses limitado a una velocidad máxima de 10 kilómetros por hora tras otras dos salidas de vía de dos trenes en junio, han conllevado la apertura de investigaciones internas en Adif que permitan aclarar los motivos de estas incidencias. También el sindicato de maquinistas SEMAF activó ayer la burocracia necesaria para paralizar el tránsito de trenes entre Atocha y Recoletos hasta que se garantice la seguridad en ese tramo.

Mientras tanto, desde el gestor de la red ferroviaria aseguran que "los aparatos de vía de Atocha Cercanías son inspeccionados diariamente en las bandas de mantenimiento". También el que ha provocado estos dos descarrilamientos, que fue revisado previamente a ambos sucesos "sin detectarse ningún defecto", y que fue reparado tras la incidencia del día 5 y vuelto a revisar posteriormente.

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