Madrid
La adenda pactada entre el Gobierno y Bruselas para dar marcha atrás en la implantación de un sistema de pago por uso en las carreteras españolas tendrá un beneficiado: la carga por ferrocarril. El impulso a las mercancías por este modo de transporte y su trasvase desde la carretera, que históricamente acumula más del 90% de la cuota modal, es el objetivo común de ambos Ejecutivos. Los planes de actuación ascienden a 8.400 millones de euros a través del Plan Mercancías 30 del Ministerio de Transportes, que ha avanzado desde 2022 y ha llevado a que en la actualidad sean ya más de 1.000 millones de euros los que el gestor ferroviario Adif tenga en fase de adjudicación. La batería de medidas contempla actuaciones como el impulso a la red de nodos logísticos, las conexiones entre puertos y estaciones, los corredores Atlántico y Mediterráneo y la apuesta por las autopistas ferroviarias. Se trata en esencia de transformaciones para adaptar la infraestructura y lograr una mejora en la gestión de la capacidad de la red.
Los nodos logísticos serán un elemento dinamizador en las principales terminales ferroviarias durante los próximos años. Adif centra su estrategia actualmente en estaciones pertenecientes a corredores Atlántico y Mediterráneo. Es el caso de Vicálvaro (Madrid), Fuente de San Luis (Valencia), La Llagosta (Barcelona), Júndiz (Álava), Valladolid, Sevilla y Zaragoza. Todas estas instalaciones sumarán una inversión de aproximadamente 700 millones de euros a través de distintas fases e iniciativas como obras de vía y electrificación, o la incorporación del ancho mixto (tercer carril) en las vías de recepción y expedición, así como en las de carga y descarga.
Además de estas inversiones, se destinará otra partida de menor importe a la construcción del nuevo acceso en ancho estándar al Puerto de Barcelona, a remodelar la terminal ferroviaria de Can Tunis, también en la Ciudad Condal, y a renovar la terminal de Escombreras, en Murcia, al mismo tiempo que se mejora la explotación del tráfico ferroviario de la dársena. Están previstas también actuaciones para la mejora de la terminal de Muriedas (Santander), la instalación logística de Lezo (Gipuzkoa) y la terminal de Urduña-Orduña (Bizkaia).
Conexiones ferroportuarias
La transformación de las estaciones persigue la convergencia de la carga entre la carretera y el ferrocarril, dando así un carácter intermodal a estas instalaciones. Su refuerzo se traducirá en actuaciones para lograr una mayor capacidad y más conexiones con las principales redes viarias, como los aeropuertos y los puertos.
Sobre las instalaciones marítimas, las conexiones ferroportuarias y la construcción de apartaderos -vías férreas cortas y conectadas a una vía principal- son vitales en este engranaje para que la carga pueda circular a través de trenes interoperables, siempre con las medidas estándar para que sean aptos en toda Europa. En este sentido, Adif monitoriza junto a Puertos del Estado y las Autoridades Portuarias el posible desarrollo de inversiones para la construcción y mejora de los accesos ferroviarios a distintos puertos.
Como principales casos aparecen el Puerto Exterior de A Coruña, en Punta Langosteira o el nuevo acceso ferroviario Sur al Puerto de Castellón. Ambas compañías públicas dependientes del Ministerio de Transportes proyectan también actuaciones en nueve ciudades: Algeciras, Valencia, Cartagena, Huelva, Santander, Bilbao, Lezo, Sevilla y Barcelona.
Principales corredores
Las actuaciones planificadas por Adif tienen el foco en los corredores ferroviarios Atlántico y Mediterráneo, integrados ambos en la Red Transeuropea de Transporte (TEN-T). Los trabajos que se desarrollan en estos corredores actualmente van desde la renovación de las instalaciones, a tareas como la electrificación, la adaptación del ancho de vía y la implantación del sistema europeo de seguridad ERTMS.
Entre las actuaciones con nombre propio están las llevadas a cabo en el Corredor Mediterráneo, que alcanza ya los 626 kilómetros después de sumar 275 km en los últimos 5 años, para convertirlo en una vía preferente de las conexiones de España con Europa al desplegarlo desde Algeciras hasta la frontera con Francia. Su desarrollo contribuirá también a vertebrar el territorio al unir Andalucía, Región de Murcia, Comunidad Valenciana y Cataluña con Europa. En la actualidad, hay en ejecución 50 proyectos, en los que trabajan hasta 6.000 profesionales. En el último lustro, el volumen de licitaciones para el desarrollo del Corredor Mediterráneo se ha elevado a más de 855 contratos. Dicho de otro modo, el ritmo de licitación ha sido de 3,2 contratos por semana.
Crecer a través de las autopistas ferroviarias
Concebidas como un sistema de transporte combinado en el que camiones completos o semirremolques se transportan por ferrocarril mediante servicios lanzadera, las autopistas ferroviarias han ganado protagonismo como una nueva palanca de crecimiento para el traslado de mercancías.
Tras haber identificado los corredores con mayor potencial -esto no excluye que en el futuro se pueda estudiar la adaptación de otros corredores adicionales, si se demuestra un interés en la implantación de estos servicios-, el Gobierno ha centrado sus actuaciones en la terminal de Can Tunis, junto al puerto de Barcelona, donde actualmente está la única autopista ferroviaria en funcionamiento.
A ello se suman las actuaciones que están en marcha para implantar la primera autopista ferroviaria nacional entre Algeciras-Madrid-Zaragoza y otra entre Valencia y Madrid, tras la firma de los respectivos acuerdos que acreditan el interés de la iniciativa privada por la implantación de estos servicios.
Los aspectos sobre los que hay que avanzar para su implantación son varios, desde el análisis y la adecuación de los gálibos existentes (dimensiones de túneles y otras estructuras, entre otros) a la adquisición de vagones especializados. El organismo encargado de supervisar la evolución de estas infraestructuras será la Oficina de Apoyo de Adif, que fue creado en 2022. Esta entidad presentará apoyo de asesoramiento en materia de viabilidad técnica, económica, gestión de surcos, disponibilidad de vagones y ayudas financieras, entre otros.
El principal interés de la implantación de las autopistas ferroviarias en España es la utilización del tren de mercancías en distancias largas, lo que repercute positivamente en infinidad de aspectos, desde la reducción del impacto ambiental, el ruido, la congestión del tráfico e, incluso, los índices de accidentalidad.
Otros beneficios son la mayor eficiencia en el transporte terrestre, por la reducción de los costes de acarreos y carga y descarga por kilómetro recorrido.
