
La segunda fase de liberalización ferroviaria en la alta velocidad despierta el apetito entre las compañías de movilidad. Avanza, empresa del grupo Mobility ADO y conocida en España por su servicio de transporte terrestre a través del autobús, mira con atención este nuevo proceso que se prepara en el país y tiene por objetivo que la competencia no se limite únicamente a Renfe, Ouigo e Iryo. Así lo explica Valentín Alonso, director general de la compañía, en declaraciones a elEconomista.es, que recuerda la vocación de la empresa de añadir distintos modos de transporte a su portfolio.
Alonso, que ha visto cómo en 2022 Avanza ya superó el nivel de ingresos previo a la pandemia y los situó en el entorno de los 600 millones de euros, recuerda que en la primera fase de la liberalización del año 2019 ya se tanteó la posibilidad de romper con el monopolio de la pública Renfe a través de un partnership con la firma británica Virgin, conocida por su excéntrico fundador Richard Branson y por haber utilizado la marca en infinidad de sectores, desde la telefonía al transporte aéreo, además del ferroviario.
Las intenciones de Virgin y Avanza, sin embargo, no se materializaron en una propuesta de capacidad al gestor de infraestructuras Adif, que recibió al final en 2019 propuestas de Ouigo (SNCF), Ilsa (Air Nostrum y Trenitalia), Talgo, Globalia, Ecorail y Globalvia.
"Entonces no salían los números, principalmente por el canon a pagar a Adif", recuerda el principal ejecutivo de Avanza. La política tarifaria es uno de los principales condicionantes que las compañías ferroviarias han puesto sobre la mesa y que en el pasado también midieron otros grupos con interés, como Acciona y Ferrovial, que finalmente no presentaron sus ofertas tras analizar la rentabilidad estimada.
Avanza mantiene a día de hoy vigente el certificado de seguridad ferroviario a través de Avanza Tren SAU, constituida en 2011 y que en la actualidad es la cabecera del negocio referido al servicio de transporte de la concesión de la línea 1 del metro de Granada, que explota a través de una UTE, en la que participa al 60%.
La compañía española no es la única del sector que ha tenido en el radar la apertura de las líneas de alta velocidad a la competencia. Alsa, que moviliza cada año bajo su red de transporte a más de 500 millones de pasajeros, opera trenes turísticos desde 2017 y también lo hace en el mundo de la carga, con operaciones en las terminales logísticas de Zaragoza-Plaza, Valencia Fuente de San Luís y la red de la Autoridad Portuaria de Valencia. Otro caso es Arriva, propiedad de la alemana Deutsche Bahn, que ha mostrado interés en distintas ocasiones por el trayecto internacional A Coruña-Oporto.
Cuestionario de Adif
Avanza y el resto de interesados pueden enviar al gestor de infraestructuras su interés por la nueva fase de liberalización, que aplica a toda la red de alta velocidad, a excepción de los primeros corredores que se liberalizaron (Andalucía, Barcelona y Valencia), ya que su plazo de explotación en exclusividad para Renfe, Ouigo e Iryo todavía no ha finalizado.
El calendario marcado por la compañía dependiente del Ministerio de Transportes fija el próximo 29 de septiembre como último día para enviar las respuestas, si bien no contestar no será impedimento para participar posteriormente.
Adif quiere pulsar el interés del mercado y reglar un proceso que guardará modificaciones respecto al inicial. El test aborda cuestiones como las rutas, las frecuencias, paradas, ocupación estimada de los servicios y tiempo de rotación en las terminales. En el sector esperan expectantes su desarrollo y señalan como interrogantes los requisitos que se exigirán sobre el material rodante y las características de la red, que exigen utilizar trenes con ancho variable, lo que reducirá el listado de proveedores.