
Uno de los sectores vitales para toda la actividad económica, el transporte por carretera, alerta de los síntomas de debilitamiento de la actividad en lo que llevamos de año, según recoge la última encuesta que ha presentado la patronal FVET sobre la situación del transporte valenciano.
Así, la mayoría de los transportistas apuntan a una reducción del volumen de operativas en el primer semestre del año. Según los resultados de la encuesta de la Federación, el 51% de los transportistas afirma que su actividad ha caído, frente a un 39% de los transportistas que ha mantenido los ingresos y el 10% restante que ha experimentado un crecimiento de sus operativas del 25%.
Además, entre quienes han tenido menor actividad reflejan una caída significativa: un 60% apunta un descenso del 25%, un cuarto, entre el 25% y el 50%, y el resto se sitúa entre el 50% y el 75%.
Ante esta evolución, el 79,1% de empresas transportistas reconocen que han descendido sus beneficios en lo que llevamos de año, según la encuesta de la patronal sectorial.
Cuatro de cada cinco transportistas valencianos aseguran que se producirá un descenso significativo de empresas si se mantiene el incremento de costes, los bajos precios de las tarifas y las prácticas agresivas para captar tráfico. Estas son las principales problemáticas que, junto al déficit de en torno a 2.000 conductores, afectan a la rentabilidad del transporte y a la viabilidad del sector.
"Entre los problemas citados, nos preocupa que la competencia desleal ha vuelto a adquirir protagonismo pasando de afectar al 30% de empresas en 2022 a cerca del 50%, una cifra similar a la de antes de la pandemia. Si se trabaja por debajo de los costes de las operativas, se incurre en ilegalidades para captar tráfico. Encontrar la rentabilidad en este contexto se hace un ejercicio casi imposible", explica Carlos Prades, presidente de FVET.
Costes por las nubes
El combustible supone una partida significativa para los profesionales del transporte: en torno al 30% del total de los costes directos. Según el Ministerio de Transportes, Movilidad y Agenda Urbana, el precio del combustible se mantiene elevado alcanzando los 1,42 euros por litro en mayo de este año, un 20% más caro que en mayo de 2019.
Además, el vicepresidente ha afirmado que otras partidas también han aumentado, como el salario o la adquisición de vehículos. Respecto a esta última partida, la compra de un camión se ha encarecido un 30% en un año, pasando de 88.000 euros a 110.000 euros por unidad. "Además, si habláramos de un camión eléctrico, la situación empeoraría: el precio se triplica. Para poder acometer la transición hacia las cero emisiones con éxito, deberíamos contar con, entre otras cosas, más ayudas económicas para renovar la flota", ha explicado el vicepresidente.