Transportes y Turismo

Vueling y Volotea, acusadas de 'greenwashing' ante la Comisión Europea

  • La denuncia llega desde la organización europea de consumidores BEUC
  • Air France, Austrian, Brussels Airlines y Eurowings también están acusadas
  • Critican prácticas como los recargos a los billetes para que sean más 'sostenibles'
Un avión de Vueling en el aeropuerto. Fotografía: Nicolas Rodet
Madridicon-related

Alerta de greenwashing en el sector aéreo. La organización europea de consumidores BEUC, en la que se agrupan asociaciones españolas como Asufin, OCU y CECU, ha presentado ante la Comisión Europea un informe combativo contra las prácticas de las aerolíneas europeas, aportando una lista con las empresas que estarían llevando a cabo afirmaciones engañosas sobre el clima y entre las que se encuentran dos firmas españolas: Vueling y Volotea.

"Las aerolíneas deben ser transparentes en cuanto a que volar no es sostenible y que no lo será en un futuro próximo", explica la organización europea en un comunicado. El resto de aerolíneas implicadas en estas denunciadas son Air Baltic, Air Dolomiti, Air France, Austrian, Brussels Airlines, Eurowings, Finnair, KLM, Lufthansa, Norwegian, Ryanair, SAS, SWISS, TAP y Wizz Air.

Además, las asociaciones, que han remitido sus quejas a la red europea de organizaciones nacionales de consumo (CPC-Network), coordinada por la Comisión Europea, instan a estas autoridades a que envíen una señal "clara y contundente" a las aerolíneas y a todo el sector de la aviación para "dejar de engañar a los consumidores con reclamos comerciales relacionados con el clima". Las aerolíneas, explican, "deben ser transparentes en cuanto a que volar no es sostenible y que no lo será en un futuro próximo".

Aunque Vueling y Volotea no han querido realizar comentarios tras este informe, sí ha reaccionado la asociación de líneas aéreas ALA, que ha afirmado que "discrepamos con lo señalado por esta organización de que las compañías aéreas estén realizando una práctica de greenwashing por las medidas de compensación de emisiones". No obstante, sí ha coincidido en que los combustibles sostenibles para la aviación (SAF) "todavía no están listos para el mercado pues, tal y como venimos señalando desde el sector aéreo de forma reiterada, es un producto escaso y de hecho venimos reclamando que se incentive su producción a escala para su implementación con éxito".

Las acusaciones

A lo largo de más de 30 páginas, la organización europea plasma en un informe alguna de las prácticas sospechosas. Sobre Vueling, compañía que se ha comprometido a utilizar un 10% de combustible de aviación sostenible (SAF, por sus siglas en inglés) en 2030, critica a que ofrece a sus consumidores la posibilidad de aportar un 2% de combustible sostenible para reducir las emisiones de CO2 de los vuelos que contraten.

En sus conclusiones, BEUC explica que la afirmación sobre que los créditos de compensación pueden realmente "contrarrestar, "compensar" o "neutralizar" el daño climático de las emisiones de CO2 es "objetivamente incorrecta" y, por tanto, engañosa. También señala que la afirmación de que los combustibles alternativos para la aviación son "sostenibles" es objetivamente incorrecta, al igual que la afirmación absoluta de que el transporte aéreo puede ser "sostenible", "responsable" o "ecológico".

Desde Asufin, Patricia Suárez, su presidenta, ha declarado que "el greenwashing es un concepto que implica desinformación y confusión para el consumidor y, por ende, falta de transparencia. Digámoslo claramente: es un engaño al consumidor, bajo la apariencia de que la compañía está comprometida con la sostenibilidad. Este tipo de prácticas, además, hacen un flaco favor a la lucha contra el cambio climático".

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