Transportes y Turismo

Europa pisa el acelerador en la circulación urbana verde y responsable

  • Madrid y Barcelona logran situarse entre las 25 mejores ciudades
  • Más del 30% de las emisiones de CO2 en la UE proceden del transporte

Las ciudades que aborden los desafíos que presenta la movilidad, sin duda, estarán mejor preparadas para las disrupciones del futuro. En un contexto en el que la sostenibilidad juega un papel vital dado que marcará el futuro del planeta y sus habitantes, las ciudades tienen que ser un ejemplo de bienestar para los ciudadanos e, indudablemente, el transporte es una pieza clave en este objetivo. Sobre todo, si se tiene en cuenta que más del 30% de las emisiones de CO2 en la UE proceden del sector del transporte, según algunas estimaciones.

A este respecto, la última edición del Urban Mobility Readiness Index, que elabora anualmente Oliver Wyman Forum en asociación con la Universidad de Berkley, señala las ciudades que están liderando la movilidad sostenible. Al otro lado del Atlántico, San Francisco (California) se sitúa en lo alto de la clasificación. Entre los motivos que señala el informe destacan su proximidad con las empresas de Silicon Valley y un rico ecosistema de movilidad como servicio y tecnología autónoma; fuertes incentivos para la compra de vehículos eléctricos; e inversiones en una sólida infraestructura de carga. Eso sí, el uso del transporte público no es tan alto como podría ser debido a una infraestructura centrada en el automóvil.

En este sentido destaca Hong Kong (China). Como apunta el estudio, su red de transporte asequible tiene una alta densidad de estaciones y una sólida red ferroviaria para la gran población de la ciudad (más de 7.400 millones de personas). No obstante, Hong Kong tiene margen de mejora, ya que, por ejemplo, carece de aplicaciones para teléfonos inteligentes para navegar en su red multimodal.

En esta línea, el transporte público de Helsinki (Finlandia) es práctico y asequible. Es multimodal y ofrece viajes en autobús, tranvía, metro, tren y ferry. Una aplicación, creada por una startup del país, integra y conecta cada uno de estos diferentes modos de transporte. Además, un billete sencillo cuesta un poco más de 3 dólares y se puede usar en cualquier modo de viaje.

Europa sigue siendo líder

Más allá de casos particulares, en el objetivo de contar con una movilidad ecológica, Europa sigue ocupando un lugar predominante en lo que a movilidad urbana se refiere. De este modo, el Viejo Continente, en particular las ciudades de Escandinavia, ofrece un paquete integral de electrificación, acceso al transporte público y fomento de la movilidad física como es el caso de caminar y circular en bicicleta.

En este contexto, si hay un ejemplo ese es el de Oslo. La ciudad noruega, a menudo llamada la capital mundial de los vehículos eléctricos, cuenta con una densa red de estaciones de recarga y ofrece atractivos incentivos para los propietarios de vehículos eléctricos, como tarifas de peaje más baratas y acceso prioritario a ciertas carreteras. De hecho, la penetración del coche eléctrico es tal, que el gobierno incluso ha comenzado a eliminar algunos incentivos porque ya no son necesarios.

Además de esto, el informe destaca sus políticas sociales de gran impacto, como las zonas libres de automóviles, que a su vez ayudan a reducir la contaminación lumínica y la congestión, y un sistema de transporte público sólido y asequible.

Para encontrar la primera ciudad española, de las 60 analizadas, hay que bajar hasta el puesto 20, lugar que ocupa Madrid. Una clasificación que ha mejorado cuatro puestos respecto a la anterior edición. El informe pone en valor la red de transporte público de la ciudad que incluye metro, trenes de cercanías y autobuses, así como aparcamientos disuasorios.

Asimismo, puntúan positivamente que las bicicletas se puedan llevar en el transporte público y la existencia de BiciMAD, el servicio de bicicletas eléctricas compartidas. También merece una mención especial el Plan de Movilidad Sostenible Madrid 360 en el que, entre otras cosas, se prevé ampliar la red de carriles bus hasta tener 250 kilómetros en 2030; ampliaciones de la red de metro; la habilitación de 35 kilómetros de carriles bici nuevos para 2025; o la creación de 20.000 plazas de estacionamiento para bicicletas y Vehículos de Movilidad Personal.

Por su parte, Barcelona se sitúa en el puesto 24 de la clasificación general. En su caso, el estudio pone énfasis en su red multimodal de transporte público que se complementa con un sistema ferroviario sólido. La ciudad también se beneficia de una red nacional de carreteras que proporciona una fuerte conectividad regional y de un plan nacional de seguridad vial que prevé reducir a la mitad las muertes y lesiones graves de tráfico para 2030 mediante el aumento de los carriles bici y la reducción de los límites de velocidad.

En este contexto, "las ciudades que aborden los futuros desafíos de la movilidad, particularmente en lo que se refiere al transporte público, estarán mejor preparadas para futuras disrupciones con economías resilientes y sostenibles. Según algunas estimaciones, cada 1.000 millones de dólares invertidos en transporte público podrían crear 50.000 puestos de trabajo y cada dólar invertido podría generar un beneficio de 5 dólares", sostienen desde Oliver Wyman Forum.

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