
El administrador concursal de Pullmantur reorganiza el proceso de venta de la marca icónica de cruceros. Tras varios meses del lanzamiento del plan inicial y una posterior solicitud de tiempo adicional, el despacho Data Concursal ha remitido al Juzgado Concursal de Madrid número 1 la petición de relanzar el proceso eliminando el precio mínimo que se fijó el pasado mes de febrero.
De acuerdo a la documentación consultada por elEconomista.es, el nuevo plan de Data Concursal busca "lograr un proceso competitivo y concurrencial" para cumplir con lo dispuesto en el Plan de Liquidación. La compañía extiende así su final, después de caer en concurso de acreedores en plena pandemia y no encontrar comprador.
La compañía explica al juzgado que con la ampliación del plazo se recibieron varias cartas firmadas por interesados, lo que permitió desarrollar el proceso según el calendario previsto e incluso se llegaron a formalizar ofertas no vinculantes. Sin embargo, fuentes del proceso explican que la compañía no llegó a recibir ofertas vinculantes, pese a que el precio de salida por la marca Pullmantur se fijó en 177.000 euros.
Otras voces del proceso señalan a este respecto que la marca se ha deteriorado en estos tres últimos años. Antes de la pandemia llegó a estar valorada en aproximadamente 10 millones de euros, para pasar más tarde a sufrir una corrección hasta los 3,5 millones de euros. Sobre por qué nadie se ha lanzado a por la enseña de manera formal, apuntan a que las condiciones de adquisición incluyen limitaciones de uso en algunos sectores.
Al margen de la venta de su marca, cuyo precio fue fijado tras un análisis de la consultora EY, la compañía de cruceros puso en marcha la activación de un Expediente de Regulación de Empleo (ERE), que provocó el despido de la práctica totalidad de sus empleados (aproximadamente 300 trabajadores).
Otro de los quebraderos de cabeza tras la entrada en concurso fue la reparación a clientes y agencias que contrataron sus servicios y se quedaron en tierra. Patronales del sector viajes como CEAV y Fetave señalaron en un primer momento dificultades para recibir los reembolsos. La compañía, no obstante, se fue poniendo al día y aseguró en julio de 2021 haber devuelto el 83% de las cantidades debidas a los clientes por viajes pagados y no realizados al declararse el estado de alarma y la pandemia.
Participada por Springwater y Royal Caribbean, Pullmantur solicitó concurso de acreedores en el año 2020 para sus sociedades españolas (Pullmantur SA, Pullmantur Holdings SL y Pullmantur Cruises SL) y cuatro mercantiles maltesas en plena pandemia, en un momento en el que estaba azotada por la parálisis de su negocio y la falta de perspectiva para su reactivación, dado que las restricciones a la movilidad continuaban en buena parte de los puertos en los que operaba. Por ejemplo, la mejora en España se ha producido más lentamente que el negocio de carga, a la vista de las estadísticas de Puertos del Estado.
Data Concursal, un despacho conocido por llevar a cabo concursos de acreedores como el del grupo de restauración Cantoblanco, los caramelos Fiesta o el grupo Isolux, también llevó a cabo el examen de la gestión de los administradores de la compañía. En su escrito concluyó que la caída en concurso de Pullmantur fue fortuita.