
La falta de conductores profesionales ya está teniendo efectos en la actividad de uno de los sectores vitales para toda la economía, el transporte de mercancías. Las Federación Valenciana de Empresarios del Transporte y la Logística (FVET) advierte que la escasez de 2.000 conductores ya está suponiendo operativas paradas.
En el caso de Comunidad Valenciana, la patronal estima que se requiere incorporar de forma inmediata ese número de profesionales: 1.000 en Valencia, 600 en Alicante y 400 en Castellón. Según el último Informe Global de Escasez de Conductores de la International Road Association (IRU), España necesita 20.000 transportistas. En el caso de la región, actualmente hay algo más de 50.000 conductores.
"Este sector se ha enfrentado, en los últimos años, a la pandemia y a la crisis de la energía y parece que, ahora, en un escenario de incertidumbre económica, se cierne otra crisis más grave: la de la falta de conductores", explica Carlos Prades, presidente de FVET. De hecho, en los dos últimos años esta problemática ha pasado de afectar a 1 de cada 3 empresas transportistas al 52% según datos de la Federación Valenciana de Empresarios del Transporte y La Logística (FVET). "Las empresas aseguran que está suponiendo operativas paradas", ha remarcado el presidente.
Falta de relevo generacional
Según el informe de la IRU, las principales razones por las que no hay conductores son la falta de personas con formación para ser transportista y la dificultad para atraer a gente joven a la profesión. Los datos de la Dirección General de Tráfico así lo certifican: solo el 0,3% de conductores con el permiso C+E tiene menos de 25 años, el grueso, el 64%, se sitúa entre los 45 y 64 años.
"Necesitamos poder atraer a las nuevas generaciones y esto pasa por acercarnos a aquellos que estén buscando salidas profesionales. Según el Instituto Valenciano de Estadística, hay 51.600 jóvenes de entre 16 y 25 años parados en la Comunidad Valenciana, para los que el transporte puede ofrecer una respuesta", afirma Prades.
Una de las barreras de acceso a la profesión es la formación, tanto por el coste, que ronda los 3.500 euros, como por el proceso para obtener el certificado de aptitud profesional y los permisos de conducción. "Solo es posible sacarse los permisos de conducción necesarios a partir de los 18 años lo cual implica más retraso a la hora de incorporarse al mercado laboral y cierto desencanto de aquellos jóvenes que con 16 años están buscando trabajar", explica Prades.
Formación profesional
Frente a esta carencia, una de las opciones que se ha barajado es promover el Grado medio de Técnico en Conducción de Vehículos de Transporte por Carretera. Desde hace tres años, este grado se imparte en tres centros de la Comunidad Valenciana, siendo esta autonomía la única, junto a Cataluña, que lo ha ofertado en centros de formación profesional públicos. El siguiente paso, desde el punto de vista de los transportistas valencianos, es que acaben el grado con el permiso de conducción pertinente para que el acceso a la profesión sea más inmediato.
"Además, otras comunidades autónomas, como Castilla y León, La Rioja, Galicia, Cantabria, el País Vasco y, más recientemente, Madrid, han optado por ayudas a la formación. Sin embargo, la Comunidad Valenciana no ha tomado ninguna medida para favorecer el acceso de los jóvenes a esta profesión", ha añadido el presidente.
Según el Ministerio de Transportes, la Comunidad Valenciana es la tercera autonomía que más volumen de mercancías transporta por carretera, por detrás de Andalucía y Cataluña: 261 millones de toneladas. Además, 10.801 empresas valencianas se dedican a este sector y hay 50.277 conductores con permisos en regla.