
La Federación Valenciana de Empresarios del Transporte y La Logística (FVET) ha dado la voz de alarma ante el incremento exponencial del precio de combustible, que se ha situado en los 1,206 euros por litro en mayo, lo que supone un crecimiento del 22% con respecto al mismo mes del año pasado
Tal y como refleja la encuesta que ha presentado hoy la Federación, el 78,9% de los transportistas valencianos prevé un cierre de empresas para el segundo semestre de 2021 como consecuencia de la escalada de los costes directos.
"La subida del precio del gasóleo pone en jaque la continuidad de nuestras empresas. Solo a través de la imposición específica sobre el combustible, los transportistas aportan más de 15.000 millones de euros a las arcas del Estado, a la que ahora se añade un gravamen más como el pago por uso de la carretera. Somos un sector estratégico, nuestro crecimiento y actividad no puede depender de condicionantes políticos", asegura Carlos Prades, presidente de FVET.
La encuesta recoge la valoración de los asociados sobre el estado actual del sector, que califican con un 'suficiente'. En este sentido, además del incremento del precio del carburante, 6 de cada 10 encuestados señalan la morosidad como otro de los principales lastres.
Morosidad
"El plazo medio de pago a las empresas transportistas se sitúa entre los 90 y 120 días. El nuevo régimen sancionador impulsado por el Gobierno Central no supondrá el fin de esta problemática puesto que se han establecido sanciones laxas, que no creemos que desincentiven a los intermediarios y cargadores de transporte en estas malas prácticas", señala Prades.
Los asociados también han hecho balance del impacto del coronavirus en las empresas transportistas de la Comunidad Valenciana. Más de la mitad ha reducido su actividad en al menos un 25% durante el pasado ejercicio y, de entre estos, un 22,7% ha sufrido un descenso de entre un 25% y un 50%.
"También los transportistas han dependido de sectores económicos que han reducido o cerrado su actividad, especialmente con las olas más duras del covid-19. Por ejemplo, carga general y el transporte internacional, vinculados al comercio y a la actividad industrial y textil, han sido algunos de los subsectores más afectados en la Comunidad", explica Juan Ortega, vicepresidente de FVET.
Durante 2020, 1 de cada 4 empresas tuvo que recurrir a un ERTE para hacer frente a las circunstancias impuestas por la pandemia. Hoy en día, la práctica totalidad de los encuestados afirma que los empleados ya no continúan en esta situación.