
Acostumbrados a ver grandes grupos de turistas chinos por las grandes ciudades europeas, tras la pandemia parece que está imagen será difícil volverla a ver. Después de tres años con las medidas más restrictivas del mundo respecto al covid, parece que China ha empezado a abrirse al resto del mundo. Así, sus ciudadanos parece que vuelven a viajar, pero aparentemente ya no se dirigen a los destinos como Venecia, París o Madrid.
"Los turistas chinos a los que daremos la bienvenida en los próximos años son muy diferentes a los que venían antes", afirma el director ejecutivo del Instituto de Investigación del Turismo Emisor Chino (COTRI) -situado en Alemania-, Wolfgang Georg Arlt a la CNBC. De esta forma, este tipo de turismo se enfocará en uno "más enfocado en la naturaleza y en el aire libre", en los campings, glampings y en los viajes para toda la familia.
Pese a que los mandarines comenzarán a salir de su país, habrá otros que se quedarán dentro de las fronteras explorando su territorio, señala Georg. De hecho, durante los pasados tres años muchos ya lo han hecho, dando un "impulso al turismo nacional". Esto podría suponer un cambio significativo en el mercado internacional de viajes, al que los turistas chinos contribuyen en gran medida.
Hasta ahora, desplazarse fuera del país era para "personas importantes", mientras que hacerlo dentro de China era para "gente pobre o estúpidos". "Esto ha cambiado ahora", añade el investigador. "Se ha producido una mejora en la calidad y variedad de las ofertas de viajes nacionales. Así que, para nosotros, no sólo tenemos que competir con otros destinos internacionales, sino también con el mercado nacional", afirmó Arlt, que también es director del Meaningful Tourism Center, una consultora de viajes sostenibles con sede en Hamburgo.
Según la Oficina Nacional de Estadísticas de China, en 2019 se produjeron alrededor de 170 millones de viajes fuera del país. El organismo espera que este año se recuperen dos tercios de las cifras pre pandémicas. "Prevemos que entre el 70% y el 80% de los viajeros seguirán quedándose dentro de China. La capacidad de vuelos aún no alcanza los niveles de 2019", declaró a CNBC, Travel Karelle Lamouche, directora comercial mundial de Accor.
Las causas
Uno de los problemas principales es que desde que el país reabrió sus fronteras a principios de enero, la falta de capacidad de vuelos ha dejado a muchos posibles viajeros atrapados en casa. Por ejemplo, en la semana del 6 al 12 de febrero, los vuelos internacionales desde China sólo recuperaron el 9% de sus niveles de 2019, y el 63% de ellos fueron operados por compañías chinas, según datos del portal Fliggy.
A esto se suma los retrasos en la renovación de pasaportes de los ciudadanos, así como las solicitudes de visados y algunas prohibiciones efímeras de viajar a países como Japón y Corea del Sur. Además, se ha percibido una nueva tendencia entre los jóvenes chinos, que prefieren visitar una cafetería local que han visto en las redes sociales en lugar de las principales atractivos turísticos.