
La ciudad de Valencia ha reducido en algo más de un 18% el número de apartamentos turísticos y en un 24,6% las plazas que ofrecen estos alojamientos con respecto a 2019, antes de la pandemia, según los datos del propio Ayuntamiento de Valencia.
Así, el año pasado estaban operativos en la capital del Turia un total de 5.305 apartamentos turísticos, frente a los 6.492 registrados en el año 2019, después del fuerte desarrollo turístico de la ciudad previo a la propagación del Covid.
Según muestra el balance turístico del Ayuntamiento, la oferta de plazas desde entonces se ha desplomado, al desaparecer una de cada cuatro. De las 29.085 que se contabilizaban en 2019 se ha pasado a 21.926 plazas el año pasado, un recorte del 24,6%.
Aunque en volumen de visitantes, sobre todo internacionales, aún no se han recuperado los niveles previos, lo cierto es que la caída de la oferta en apartamentos ya se deja notar en las pernoctaciones hoteleras, que superan los registros previos a la pandemia en un 2%, con 4,42 millones de pernoctaciones totales.
Una evolución que fue posible gracias al turismo nacional que aumentó las pernoctaciones más de un 19%, frente a la caída del 10% del extranjero si se comparan los datos con 2019.
Eso también se ha dejado notar los indicadores de ingresos por habitación de los establecimientos, algo a lo que también se ha sumado el efecto de la inflación. Según el Ayuntamiento, el precio medio crece un 14,5%, hasta los 97,96 euros, y el REVPAR un 13,7%, hasta los 76,01 euros.
Previsiones
Las estimaciones del Ayuntamiento de Valencia son optimistas, fundamentalmente porque en 2023 seguirá la tendencia al alza en el tráfico aéreo de Manises, con 2,3 millones de plazas aéreas en invierno (frente a los 2,07 millones de plazas en 2019) y casi 3,3 millones de plazas aéreas previstas para el verano (ante los 2,7 millones de 2019 o los 2,9 millones de 2022).