
Portugal ha completado el plan de rescate de su aerolínea de bandera TAP (Transportes Aéreos Portugueses). El Gobierno ha aprobado la inyección de 980 millones para recapitalizar la compañía, completando así el último tramo de la financiación estatal prevista en el plan de reestructuración que autorizó la Unión Europea en 2021.
La dotación total de este rescate asciende a 3.200 millones de euros. La empresa, la aerolínea más grande de Portugal, juega un papel clave en el crecimiento del turismo y la economía portuguesa en su conjunto.
La aerolínea lusa confirmó la operación tras remitir un comunicado a la Comisión del Mercado de Valores Mobiliarios (CMVM), en el que informaba de la reducción del capital social de 904,3 millones de euros a cero para cubrir parcialmente las pérdidas.
Fases de la inyección
Los desembolsos del último tramo de ayuda se efectuarán en tres fases. La primera entrada, con fecha actual, es de 294 millones de euros; otros 343 millones de euros el 20 de diciembre de 2023, y los últimos 343 millones se realizarán el 20 de diciembre de 2024.
Estos 980 millones totales están incluidos en los 3.200 millones autorizados por Bruselas para garantizar la viabilidad de la empresa, inmersa en un plan de reestructuración con reducciones de plantilla y estudiando la venta de algunos activos del grupo. Finalizado el rescate, el Gobierno luso podría privatizar de la compañía.
Los principales candidatos para hacerse con la aerolínea lusa son dos compañías europeas: Lufthansa y Air France-KLM. Estos grupos precisamente han competido en los últimos meses por la adquisición de la heredera de Alitalia, Ita Airways. En algunas quinielas también figura IAG, la matriz de las españolas Iberia y Vueling.
A este respecto, el consejero delegado de Ryanair, Michael O'Leary, criticó las ayudas públicas por influir en el mercado y se mostró convencido de que TAP sería el siguiente objetivo de Iberia tras hacerse con Air Europa.