Después de 40 años trabajando ininterrumpidamente en el mundo del turismo y la aviación comercial, en bastantes países del mundo, una pregunta típica de las reuniones sociales es: ¿Y cuál es el lugar que más te ha gustado? Cierto que es una pregunta difícil de responder ya que las motivaciones de los viajes y las experiencias que se consiguen son muy diferentes a lo largo de la vida, pero hoy quiero hablar de un destino que me ha fascinado: Las tierras de los indios potiguaras en Paraiba.
Una vez leí que "los potiguaras ejercen sobre los visitantes la misma fascinación que los amish o los judíos ortodoxos. La praxis de mantener un equilibrio entre la vida del clan y el distanciamiento del mundo provoca una nostalgia de las comunidades cerradas donde se exalta al grupo, se comparten tradiciones y la historia de un pueblo. Ser indio potiguara es dominar los secretos del bosque, el olor de la tierra después de la lluvia, los árboles de los poblados, el orballo antes del amanecer y las hojas secas de sus caminos. El territorio potiguara es la comunión con la naturaleza".
Pero antes de dar un vistazo a las experiencias que pueden tener los viajeros que visiten las tierras de los potiguaras, me van a permitir que explique lo que es una tierra indígena.
En la constitución brasileña de 1988, se definen en su artículo 231 como los lugares pertenecientes a la Unión habitados por los indígenas, garantizando así la reproducción física, económica, social y cultural de acuerdo con sus costumbres, tradiciones y usos. Esta constitución sustituye la tradición secular donde se tutelaba a los indios hasta que estuvieran integrados en la comunión nacional, es decir en la sociedad brasileña, ya que se les consideraba "relativamente incapaces".
Es así como mas de 300 etnias de indígenas que viven en Brasil disponen de unas tierras, que son propiedad del Estado Central, y no pueden ser utilizadas por otras personas que no sean indios, poseyendo estos la pose permanente y uso exclusivo del suelo, ríos y lagos. Brasil, que es un país con mas de 8,5 millones de kilómetros cuadrados alberga 726 áreas de Territorio Indígena, lo que supone una extensión de más de 1,17 millones de Km2, es decir dos veces España, reservado a los pueblos indígenas.
Paraíba es el estado en el nordeste de Brasil, cuya capital es Joao Pessoa, en donde se encuentra el punto mas oriental de América, y en donde tienen su casa los indios potiguaras. Con aeropuerto en la capital las tierras potiguaras están a unos 80 kms. de Joao Pessoa y a menos de 200 kms. de Recife, capital De Pernambuco, que tiene vuelos directos con Europa y España.
El territorio indígena potiguara consta tres municipios: Baia da Traiçao, Rio Tinto y Marcaçao, con un espacio protegido de 33.757 hectáreas y con 32 aldeas que albergan a más de 20.000 personas. Todos están agrupados bajo un proyecto de turismo sostenible que se llama "Trilhas de los Potiguaras".
¿Y que tienen de especial las sendas de los potiguaras?
No espere encontrar grandes resorts, sino más bien posadas modestas que le van a permitir visitar, conocer e interactuar con los habitantes de la tierra. Le van a permitir tener experiencias difíciles de repetir en otro destino. Quizá va a realizar un viaje a su interior.
Puede encontrar cursos de Fitoterapia indígena (medicina tradicional con plantas medicinales), Iniciación al cachimbo (pipa que produce el humo purificador), curso de benziemento (bendiciones), cura xamanica ( a fin de eliminar las energías negativas y atraer a los espíritus convenientes), curas colectivas, talleres de tambores... Aparte de recorrer en coche o en boogie las sendas potiguaras que se extienden entre los ríos Mamanguape y Camaratuba, visitar sus místicas cascadas, o asistir con algún pajé a las ceremonias del toré, que básicamente se celebran los días de luna llena, en lugares tan emblemáticos como la Laguna Encantada.
Va a poder asistir a las vaquejadas, o a fiestas como la de San Miguel, que es el patrón de las tierras potiguaras. Va a entender el papel de un cacique y su relación con la administración brasileña.
Yo ya hice más de 15 viajes a estas tierras, donde hice una exposición fotográfica, y puedo decirles que cada vez descubro algo nuevo... además de visitar a la gran familia potiguara y conocer las evoluciones de cada uno de sus miembros. Posiblemente estará dándose cuenta de que es básico para conocer este territorio y esta cultura ir acompañado por un indio potiguara, que le va a enseñar lo mejor de su casa y de su pueblo.
Tiene la posibilidad de conocer, si decide visitar a los potiguaras y sus tierras, de conocer un mundo utópico, en donde no existe la propiedad de la tierra, de conocer a un pueblo que continua en el mismo territorio que en el año 1500 a la llegada de los portugueses, cuyo mayor patrimonio son las tierras en donde vivieron sus antepasados. Sin ellas, pierden mas que un pedazo de tierra. Pierden parte de su identidad.
Bienvenidos pues a las tierras de los potiguaras en donde la NATURALEZA es la religión y la TIERRA su iglesia.
*Por Enrique Martín-Ambrosio, ciudadano de Baia da Traição (ha sido director de comunicación y RRII de Aena Brasil).