
Renfe avanza en su plan estratégico hasta el año 2028 y ficha a McKinsey para ayudarle en su revisión y actualización. La compañía tiene en el foco la internacionalización de la que ya ha venido dando pasos en los últimos ejercicios a través de LeoExpress en centro Europa y con otros proyectos en Estados Unidos o Arabia Saudí. Sea como fuere, la compañía pública que dirige Isaías Táboas persigue que, al menos, el 10% de la facturación al final de este periodo provenga de fuera de nuestras fronteras.
El plan estratégico ahora en vigor, que comenzó en 2019 y elaboró el propio McKinsey, tenía como objetivo principal afrontar el periodo de liberalización ferroviaria que se avecinaba. Ahora, con el segundo operador ya en las vías y a las puertas de que llegue el tercero, Renfe ha sido capaz de superar este reto con, entre otras cosas, el lanzamiento de Avlo, la marca de bajo coste de la pública.
Además, apostaba por la digitalización y la internacionalización de ciertos servicios, que se ha llevado a cabo a través de LogiRail, con el fin de llevar a cabo una reducción de costes que se ajuste a los objetivos económicos de la compañía.
Otra de las patas en las que se centra Renfe también es la plataforma de Mobility as a Service (MaaS) que, bajo el nombre de DOCO, se lanzó hace solo unas semanas y sigue sin ver la luz a nivel comercial y que debe seguir desarrollándose en los próximos meses para convertirse en un actor decisivo del sector de la movilidad.
Según los últimos datos facilitados por la compañía, a cierre de junio -segundo trimestre de 2022, el grado de avance superaba el 75%. Ahora, Renfe, con la ayuda de McKinsey, llevará a cabo una revisión que le permitirá fijarse nuevos objetivos de cara a los próximos cinco años en los que sus competidores en el mercado de viajeros se expandirán por las vías españolas que entraron a formar parte de los acuerdos marco.
Mercancías
Más allá del mercado de viajeros, la compañía que encabeza Táboas tiene ahora un nuevo reto por delante, resucitar e impulsar la filial de Mercancías que está inmersa en un proceso de búsqueda de socio industrial que permita que salga adelante frente a sus rivales privados. En este sentido, busca darle un empujón a la descarbonización de este sector en el que la carretera sigue siendo el líder.
Renfe también tiene frente a frente nuevos proyectos como operador a nivel internacional y de asesoría, como el que consiguió recientemente en el nuevo ferrocarril báltico, que se basa en la colaboración con terceras empresas, tanto públicas como privadas, para desarrollarlo de forma conjunta.