Renfe, a través de su filial Leo Express, ha conseguido hacerse con un contrato para operar una línea ferroviaria de 100 kilómetros en Eslovaquia. En concreto, se trata de la conexión entre Bratislava, capital del país, y Komárno, en la frontera con Hungría, que contará con un contrato de explotación de 10 añosde duración.
La compañía pública española se ha impuesto así a la firma estatal eslovaca, ZSSK, y a la privada Yosaria Trains, que también llegaron a la fase final de la puja a la que se presentaron hasta siete compañías internacionales. Leo Express releva así a RegioJet, su competencia en República Checa, que operó esta conexión hasta diciembre de 2020. Cuando expiró el contrato, las autoridades decidieron adjudicar provisionalmente la operación a ZSSK, que opera los trenes en cooperación con ÖBB, la pública austriaca.
El contrato adjudicado a Leo Express tiene como fecha de inicio de ejecución el 10 de diciembre de 2023 y se extendería hasta el 9 de diciembre de 2032. Sin embargo, el Ministerio de Transportes local habría dado la posibilidad a la compañía de comenzar a operar este mismo mes de diciembre, por lo que el acuerdo tendría una duración de 10 años.
El hándicap de esta línea es que se encuentra sin electrificar, es decir, para su operación es necesario el uso de trenes de tracción diésel. Leo Express desplegará, según sus propios planes, unidades múltiples modernas, de piso bajo y con aire acondicionado, con una capacidad de más de 100 asientos que se podría ampliar en horas punta con tracción múltiple hasta 400 asientos. Según fuentes del sector, la oferta se ha llevado a cabo con trenes Lint 41 de dos coches de Alstom.
El anterior operador, RegioJet, operó la conexión con automotores con este combustible que fueron sustituidos a posteriri por la suma de locomotoras y coches con idéntica tracción.
Polonia y República Checa
Leo Express suma así este recorrido en Eslovaquia a su lista de servicios. La compañía ofrece transporte de viajeros por tren y autobús en Europa Central y opera principalmente en la ruta comercial Praga-Ostrava, así como en la región checa de Zlín. Además, realiza servicios internacionales entre la Republica Checa y diversas ciudades de Polonia, como Cracovia, y Eslovaquia, con Kosice. Desde diciembre de 2019, opera trenes en Pardubice (República Checa).
Renfe adquirió Leo Express como parte del proceso de internacionalización de la compañía, y ha señalado que representa una "oportunidad de negocio estratégica", ya que le permite operar en tres países más (República Checa, Eslovaquia y Polonia) y contar con los medios y licencias para acceder al mercado alemán.
Esta adquisición, que se cerró en agosto de 2021, permite a Renfe participar en procedimientos de licitación para operar servicios públicos en estos tres países, donde pueden aprovecharse las sinergias derivadas de la implantación local, la experiencia, el equipo técnico y las referencias de Leo Express. Además, hace unos meses reforzó su equipo directivo con Peter Köhler como CEO.
2,4 millones de pasajeros
En 2019, último año antes de la irrupción de la Covid, la compañía transportó 2,4 millones de viajeros y logró una facturación de 1.300 millones de coronas checas, es decir, unos 40 millones de euros. La ampliación de su red de destinos le permitirá seguir creciendo en esta región en el que la compañía compite frente a frente con firmas públicas y privadas de todo el Viejo Continente.