
La reapertura de la economía después de la pandemia y la guerra en Ucrania ha creado la tormenta perfecta de estanflación. La economía mundial tiene los vientos en contra, y los precios seguirán subiendo.
Mientras que los viajes han aumentado gracias a la eliminación de restricciones, el aumento de precio en los billetes de avión y otros sectores del turismo implican que el sector no se recuperará hasta el 2024. Así lo consideran el 63% de los expertos de la Organización Mundial del Turismo (OMT).
Por tanto, un viaje de verano cuesta ahora mucho más que en 2019. De acuerdo al estudio El impacto de la inflación en el turismo y los viajes, casi 9 de cada 10 turistas (88%) se vieron obligados a buscar un plan de vacaciones más barato debido a la inflación y el aumento de precios.
Además, muchos de los viajeros tuvieron que gastar de un 11 a 20% más en sus viajes para mantener sus planes y el 96% de los encuestados sigue planeando irse de vacaciones en 2022.
Por otra parte, el 85% de los encuestados ha tenido que buscar un medio de transporte alternativo al avión debido al precio de los billetes: el 75% ha optado por el coche (eléctrico).
Por último, el 72% de los turistas están seguros o muy seguros de que recortarán (aún más) sus presupuestos de viaje en 2022 si la inflación persiste.
Para realizar este estudio, se han encuestado a 1000 viajeros para preguntarles si la inflación está causando estragos en sus presupuestos de viaje, si han tenido que conformarse con menos vacaciones y cuestiones relacionadas.