Transportes y Turismo

El 5G, clave para el futuro del transporte en España

  • Las metrópolis inteligentes no puedes concebirse en el 5G
  • La digitalización y conectividad de las carreteras es fundamental para lograr una movilidad sostenible
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El mundo está hiperconectado y en un proceso de transformación digital que va a afectar a todos los sectores. Durante la última década, se ha podido observar la renovación de la movilidad con la llegada del automóvil conectado, los compromisos de reducción de emisiones, el Internet de las Cosas (IoT por sus siglas en inglés, Internet of Things), y, recientemente, el 5G y la Inteligencia Artificial.

Además, el sector ha salido de la crisis con fuerza y se ha puesto a trabajar en la digitalización, alentado por los Fondos de Recuperación de la UE. 

Referente europeo

No es costumbre que nuestro país se encuentre entre los primeros puestos de los rankings tecnológicos, pero, en el caso de esta tecnología, España es una referencia global. Según el informe, 5g, piedra angular para una España sostenible, elaborado por DigitalES, la economía española contaba con el mayor volumen de proyectos piloto 5G de Europa durante 2021. Asimismo, el informe subraya que todos ellos son medioambientalmente sostenibles, ya que hacen un uso más eficiente del espectro, optimizan la antena y los transmisores pueden estar en reposo mientras no se están utilizando. 

En este contexto, la movilidad en España está sufriendo una importante transformación: los peajes van a desaparecer y se anunció el nuevo modelo de pago sin barreras para 2023; además, para ese mismo año, muchas de las ciudades europeas con más de 50.000 habitantes estarán obligadas a implantar una Zona de Bajas Emisiones (ZBE), un aspecto que también recoge el reciente anteproyecto de Ley de Movilidad Sostenible del Gobierno.

La transformación de la movilidad está llegando a España. Por ello, el gobierno ha presentado varios programas, como el Plan para la Conectividad de las Personas, Empresas y Territorios, con un presupuesto de 583 millones de euros, o la Estrategia de Impulso de la Tecnología 5G, con una dotación de 300 millones. Ambos proyectos tienen el año 2025 como horizonte para cumplir sus objetivos, dentro de la Agenda España Digital 2025. Las principales iniciativas que se desarrollan bajo estos planes son las convocatorias para extender la banda ancha rápida a todo el territorio nacional, impulsar el sector audiovisual y crear una hoja de ruta para fomentar las inversiones en torno a esta tecnología, tanto en redes como en servicios. 

Viene para quedarse

El Internet de las Cosas, es anterior a la llegada del 5G, pero esta tecnología responde perfectamente a las exigencias del IoT y permite una conexión en tiempo real, ya que se ha pasado de una velocidad de minutos, a un ritmo de transmisión que está por debajo del segundo. Pero, para dar el gran paso y digitalizar el transporte, será necesaria la conexión de billones de dispositivos y la mejora de las infraestructuras. Porque, aunque la mayoría de grandes ciudades cuentan con cobertura de alta velocidad (entre Movistar y Vodafone cubren todas las capitales de provincia, con una cobertura del 74% y 48% respectivamente), hay muchas zonas rurales, más de 120 municipios, a los que llega una cobertura escasa o nula, según datos del Ministerio de Asuntos Económicos y Transformación Digital.

El 5G acelerará la digitalización en el transporte y facilitará un uso más seguro y eficiente. Según la multinacional española Stratesys, estos cambios en el ámbito de la movilidad han llegado para quedarse y se debe, principalmente, a cinco puntos clave: primero, por la seguridad, ya que el vehículo conectado minimiza los riesgos. De hecho, se "pueden reducir hasta el 80% de los accidentes de tráfico gracias al 5G", explica Francisco Montserrat, investigador de la UPV y asesor del Banco Mundial en transportes y 5G. En segundo lugar, por la equidad medioambiental, ya que, a través del control del tráfico y la mejora de la eficiencia se reducirán las emisiones. El tercer punto fundamental es la igualdad social, dado que la combinación de tecnologías la tarificación, la conectividad y el vídeo reconocimiento permitirán políticas de pago muy precisas que ayuden a asegurar la equidad.

El cuarto sería la competitividad, ya que la movilidad conectada creará corredores de transporte en Europa que optimizarán las redes y mejorarán sensiblemente la movilidad de la UE. Y, el quinto y último punto, es que la mayoría de estas tecnologías ya están probadas en Estados Unidos y Europa y presentan soluciones para planificar la ruta más óptima, para ofrecer servicios a través de vehículos conectados o autónomos, para detectar el fraude y para anticipar posibles incidencias en el tráfico, entre otras cosas. 

En definitiva, e igual que en la famosa serie Black Mirror, cosas que creíamos que siempre pertenecerían al futuro, están cada vez más presentes en la sociedad actual.

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