La relación cordial que Telefónica mantiene con sus principales sindicatos tiene todos los visos de replicarse durante las negociaciones del ERE que estos días ocupará a la compañía. Los numerosos acuerdos de prejubilaciones y planes de suspensión individual de empleo (PSI) favorecerán que las partes negociadoras trabajen en un despido colectivo similar al desarrollado recientemente por la gran banca.
Según ha podido conocer elEconomista.es de fuentes conocedoras de la situación, se intentará que el ajuste de plantilla sea "voluntario y abierto", siguiendo la estela de los referentes del sector financiero. Según fuentes del sector, se propondrán condiciones atractivas para que puedan abandonar la empresa alrededor de 3.000 personas. Pero también podría producirse una sobredemanda de peticionarios en función de los incentivos que acuerden. A modo de ejemplo, BBVA, Caixabank y Banco Sabadell registraron mayores solicitudes voluntarias para acogerse al ERE que los puestos que tenían previsto reducir.
Por lo pronto, el reloj del ERE de Telefónica se pone hoy en marcha, una vez que este lunes se constituyen las tres mesas negociadoras. Por lo tanto, el acuerdo entre empresa y sindicatos, debería alcanzarse antes del 3 de enero de 2024, un mes después del inicio formal de las conversaciones. Si se agotan los plazos, el periodo de aceptación de adscripciones comenzaría la primera semana de 2024 y se prolongaría más allá de la media en este tipo de procesos. Ante estos supuestos, los empleados de Telefónica España, Telefónica Móviles y Telefónica Soluciones podrían disponer de dos o hasta tres meses para decidir sobre su futuro laboral.
La ausencia de referentes cercanos de ERE impide a los sindicatos de Telefónica realizar proyecciones. De hecho, tanto la edad del trabajador (mayor de 55 años, por ejemplo) o la antigüedad en la compañía (por encima de los 15 años), ya no son el filtro para la selección de los candidatos al PSI. Precisamente ese argumento ha podido animar a la teleco a decantarse por el modelo del ERE frente al PSI. Pero también existen criterios fiscales que pueden resultar interesantes para los trabajadores regulados.
Según la actual regulación, al contrario que con los PSI, la indemnización laboral de los afectados por los ERE queda exenta de tributación hasta de 180.000 euros y 45 días por año, con un tope de 42 mensualidades. En su contra, el ERE debe contar con el visto bueno de la Inspección de Trabajo, dependiente del Gobierno, quien valorará si el despido colectivo se ajusta o no a la causa argumentada por la empresa, trámite que no se requiere en los PSI, donde basta el acuerdo con los representantes de los trabajadores.
Este lunes arrancan las negociaciones a tres bandas que Telefónica mantendrá con la terna de filiales afectadas durante las cuatro próximas semanas para acordar las condiciones del Expediente de Regulación de Empleo (ERE). En dichos foros, los sindicatos no se limitarán a pactar la salida de los trabajadores, sino que también buscarán compromisos con vistas al nuevo convenio colectivo que las dos partes están negociando. En el supuesto de que se agote el plazo reglamentario del ERE, el acuerdo podría firmarse en 2024.