Telecomunicaciones

Europa apela al humanismo para la sana convivencia con la inteligencia artificial

  • La cumbre informal de ministros europeos de 'telecos' encarrila la normativa que regirá los algoritmos
  • La ética de la IA debe ser compatible con la competitividad tecnológica del Viejo Continente
Aspecto de la cumbre informal de ministros de telecomunicaciones, en el Palacio de Congresos y Exposiciones de León.

El espíritu de Erasmo de Rotterdam ha planeado durante las últimas 24 horas sobre el Palacio de Congresos y Exposiciones de León, sede de la cumbre informal de ministros de telecomunicaciones de la Unión Europea. El filósofo y filólogo neerlandés, considerado como "el primer europeo consciente de serlo", según palabras del escritor Stefan Zweig, reivindicó hace cinco siglos el valor de las personas frente a las tensiones propias de su modernidad, entonces relacionada con la reforma protestante y la revolución luterana. Parecidas tiranteces ideológicas afloran estos días con la irrupción de la inteligencia artificial y su convivencia con unas sociedades hasta ahora alegre e incondicionalmente tolerantes con los algoritmos.

Ante el tsunami tecnológico que se avecina de forma inmediata, donde las máquinas reivindican una voz dotada de plena autoridad, la Unión Europea se abraza al humanismo como eje de la futura normativa de IA. La unión de valores forma parte de la médula de la Unión Europa, reflejados en la declaración conjunta sobre los Derechos y Principios Digitales para la Década Digital. En ese documento, el Viejo Continente se compromete a defender conceptos universales e indivisibles como la dignidad humana, la libertad, la igualdad y la solidaridad, tanto en la vida analógica como en la digital. "Con la aceleración de la transformación digital, ha llegado el momento de que la UE exprese cómo han de aplicarse en el mundo digital sus valores y sus derechos fundamentales que se aplican fuera de línea", sin retroceso en los derechos, de forma que lo que es ilegal fuera de línea, también es ilegal en los entornos online.

Todo lo anterior contó con el respaldo unánime de los ministros del ramo, pero con la salvaguarda de que la protección y el avance en la regulación en la ética de la IA no debe restar un ápice a la competitividad del continente.

En la jornada del pasado lunes, los ministros encarrilaron posiciones normativas para convertir a Europa en "referente global en la regulación de toda la innovación tecnológica". Así lo remarcó la vicepresidenta primera y ministra de Asuntos Económicos y Transformación Digital en funciones, Nadia Calviño, en su primer contacto con los medios de comunicación en León. En concreto, Calviño hizo votos para que el debate europeo "asegure que este marco regulatorio impulsa la innovación, impulsa la productividad y el crecimiento económico, pero también protege nuestra seguridad, nuestra intimidad, nuestros derechos y nuestros valores democráticos".

Los ministros europeos de telecos encarrilan posiciones normativas para convertir a Europa en "referente global en la regulación de toda la innovación tecnológica"

Fuentes de la presidencia europeo de turno de la UE apuntan que "el futuro reglamento tendrá especial énfasis en la inteligencia artificial", de forma que los trabajos realizados por los ministros europeos en León "servirán para el próximo trílogo sobre la materia, que pretende avanzar en la aprobación de una normativa", tan comprometido con el respeto a los derechos como al reto de la competitividad. Por todo lo anterior, los ministros analizarán el enfoque de una normativa que no ponga palos en las ruedas de la Europa digital del futuro, pero preservando el perspectiva humanista que caracteriza el continente desde sus primeros europeos más concienciados. como es el caso de Erasmo. "A favor de los avances y de las nuevas tecnologías, pero con las personas en el centro", convinieron los ministros, para que la IA respete "los derechos de la ciudadanía y generen confianza, así como sirvan como defensa y protección de los valores democráticos". Es decir, "la inteligencia artificial debe ser un instrumento al servicio de las personas y su fin último debe ser aumentar el bienestar humano", como prompone el Capçitulo II de la referida carta de Derechos y principios digitales.

La normativa también tendrá como base la promoción de sistemas de inteligencia artificial centrados en el ser humano, fiables y éticos a lo largo de todo su desarrollo. Tam biçen velará por un "nivel adecuado de transparencia en el uso de los algoritmos y la inteligencia artificial y por que las personas estén inzarlos cuando interactúen con ellos". Esos algoritmo 'made in Europa' no evitará la discriminación y permitir la supervisión humana de todos los resultados que afecten a la seguridad y los derechos fundamentales de las personas. También se ponen límites a la IA para que no se utilice "para anticiparse a las decisiones de las personas en ámbitos como, por ejemplo, la salud, la educación, el empleo y la vida privada". A todo lo anterior se establecerán salvaguardias para que sistemas digitales sean seguros y se utilicen en todo momento con pleno respeto de los derechos fundamentales de las personas, así como se garantizará que "la investigación en inteligencia artificial respetará las normas éticas más estrictas y la legislación pertinente de la UE".

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