Telecomunicaciones y tecnología

Rosa Megía: "El 5G conectará cosas que ni hemos imaginado y generará datos de un valor incalculable"

  • Ingeniera de telecomunicación por la Universidad Politécnica de Madrid
  • "La compartición de redes permitirá reducir los costes de despliegue"
Rosa Megía. Foto: Archivo.

Rosa Megía, product manager de tecnología en la consultora Nae, aventura un futuro inmediato donde las conexiones de super alta velocidad formarán parte íntima del desarrollo de los negocios. Hasta las previsiones más optimistas podrían quedarse cortas ante la magnitud de la fuerza expansiva del 5G. Por si no bastara lo anterior, la capacidad de asombro de los tecnológicos también se pondrá a prueba ante la conectividad que muy pronto irrumpirá en nuestras vidas.

¿El 5G será tan revolucionario como se promete?

El 3G y el 4G suponían una mejora de las prestaciones, sobre todo de la velocidad. La revolución radicará en la transformación que pueda ocasionarnos en nuestro día a día como usuarios. Hasta ahora había una relación unívoca entre el móvil y la persona, pero con el 5G la conexión se va a extender a multitud de objetos que nos rodean. Conectaremos cosas y tendremos usos que todavía no hemos imaginado. Hay una diferencia relevante respecto a la llegada de la tecnología previa, y es que será necesaria la participación de toda la sociedad, debido a la variedad de casos de uso e industrias implicadas. El desarrollo tecnológico no solo va a residir en los operadores, sino que se va a compartir con todos los players. Además, el 5G nace a la vez que una serie de tecnologías como la inteligencia artificial o el big data. Esto hace que vivamos en un momento revolucionario con posibilidades inmensas.

¿Cuáles son los principales retos para los operadores de telecomunicaciones?

Los operadores son los principales facilitadores del 5G, y para ello deben desplegar una nueva red tecnológica, cuya inversión han de asumir en su totalidad. Este es el mayor desafío. A diferencia de tecnologías anteriores, para las que se desplegaban las torres con antenas que todos conocemos, ahora está previsto un despliegue masivo de small cells: antenas pequeñas que se instalan aprovechando la infraestructura pública existente, como farolas o paradas de autobús. Esto requiere, por parte de las administraciones, un esfuerzo en regulación para que el proceso de aceptación sea estándar y mucho más ágil que en la actualidad.

¿Cómo podrán monetizar los operadores la inversión necesaria?

El 5G va a generar nuevos productos y servicios, pero aún es pronto para saber cuánto de ese valor generado podrá ir a los propios operadores. Probablemente estemos ante un horizonte competitivo diferente, en el que los operadores van a tener que buscar una mayor colaboración entre ellos y alinear sus estrategias de creación de valor de manera coordinada. Por ejemplo, la compartición de redes permitirá reducir los costes de despliegue y liberar capital para invertir e innovar en servicios a la ciudadanía. Es probable que ya tengan en mente que van a tener que trabajar en un ámbito más colaborativo.

¿Cómo podrían monetizar las inversiones?

Para monetizar esta inversión, por ejemplo, podríamos pensar en un escenario en el que los operadores negocien un contrato con proveedores de servicios de salud, o del sector de la automoción, para financiar la implantación de servicios que permitan menores latencias o una mayor fiabilidad. Es decir, se podrán ver alianzas con sectores que se van a beneficiar de esta tecnología, de forma que también puedan financiarlo.

¿Podrían esperarse ingresos procedentes de los datos?

Sí, ese caso es muy importante, porque será posible negociar soluciones que ayuden a compartir datos para reinvertir. Como prácticamente todo lo que nos rodea estará conectado, se van a generar datos que se convertirán en información y tendrán un valor incalculable.

Del mismo modo que la transformación digital es una carrera para todos los sectores, aparte de los operadores, ¿el resto de industrias debe prepararse?

Hablamos de un lanzamiento comercial en uno o dos años, por lo tanto, es un buen momento para empezar a pensar qué casos de uso puedo aplicar yo a mi industria, cómo puedo prepararme y qué pruebas puedo ir haciendo para que, una vez llegue, ser el pionero y tener esa ventaja respecto a mi competencia.

¿Qué sectores podrán beneficiarse de forma especial?

El 5G va a desempeñar un papel muy relevante en la implantación del Internet de las Cosas a nivel masivo y, por ejemplo, permitirá optimizar los procesos de fabricación en la industria, mejorará la distribución y permitirá estar más cerca de lo que se conoce como agricultura inteligente. Además de la automoción, la salud, las utilities o el transporte, otro sector muy importante en nuestro país es el turismo. Ya se han hecho algunos pilotos de diseño de experiencias de inmersión para los turistas gracias a características del 5G, como la transmisión de vídeo de alta calidad, la baja latencia, la interactividad con las aplicaciones o la realidad virtual. También vamos a estar muy cerca de conceptos de los que llevamos mucho tiempo hablando, como la telemedicina o la teleformación, gracias a la conectividad global y el desarrollo de aplicaciones como la realidad aumentada.

¿Qué nuevos productos o servicios permitirá esta nueva tecnología?

La baja latencia supone la adopción de casos de uso que hasta ahora eran imposibles. El coche conectado es uno de ellos. Es imprescindible disponer de una red que nos dé una respuesta inmediata a las órdenes para que el coche autónomo sea seguro y no tenga que esperar segundos para frenar.

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Comentarios 1

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maria
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Bla,Bla,Bla, todo muy abstracto. Quiero ejemplos de la implantación del 5 G.

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