
A partir de mañana, 24 de octubre, las compañías de telecomunicaciones móviles europeas deberán tener sus redes móviles plenamente garantizadas e interoperables en toda la UE para acoger el servicio eCall. Esta tecnología de llamada automática de emergencia permitirá reducir los accidentes mortales de tráfico en el continente, de acuerdo con las modificaciones reglamentarias aprobadas a principio de este año. Asimismo, el pasado 1 de octubre culminó el plazo para que los servicios de emergencias 112 de los Estados miembros tuvieran habilitadas dichas prestaciones.
Por su parte, a partir del 31 de marzo de 2018, todos los fabricantes de automóviles están obligados a incorporar este sistema de telecomunicaciones de emergencia en todos los vehículos puestos a la venta. Por lo tanto, falta poco menos de seis meses (160 días, exactamente) para que el proyecto culmine su fase de pruebas y empiece a formar parte de la vida de los europeos, al menos para aquellos usuarios que adquieran un coche nuevo, así como para los conductores que instalen el equipamiento homologado del eCall en sus vehículos.
Datos de localización
Además de la comunicación de voz, el sistema también envía una serie de datos de gran utilidad en caso de emergencia, como las coordenadas GPS, el momento del impacto, modelo, número de bastidor y matrícula del vehículo, el número de pasajeros a bordo, el estado de los cinturones de seguridad y dispositivos airbags y el sentido de dirección de circulación del vehículo, entre otros.
Según se indica en el reglamento que fija los requisitos y los procedimientos técnicos de ensayo para la homologación de eCall, "este sistema integrado en el vehículo debe seguir funcionando después de un accidente grave". Así, este tipo comunicaciones automáticas resultan especialmente útiles en caso de una colisión fuerte, "cuando hay más riesgo de que los ocupantes del vehículo queden incapacitados y no puedan solicitar ayuda si no cuentan con un sistema eCall basado en el número 112", apunta el referido reglamento. Además, esta innovación será un servicio público y gratuito para los ciudadanos, independientemente del tipo de vehículo.
Según estadísticas del Parlamento Europeo, "los accidentes de tráfico costaron la vida a 25.700 personas en la UE en 2014, una cifra que los nuevos dispositivos podrían reducir un 10 por ciento anual". Las estimaciones también apuntan a que, en el momento más crítico del accidente (durante la primera hora del siniestro), el eCall "acelerará el tiempo de respuesta a las emergencias en un 40 por ciento en las zonas urbanas y en un 50 por ciento en las zonas rurales, para así salvar hasta 2.500 vidas al año", según explican fuentes comunitarias.
Ahorro de vidas humanas
Según un informe de la Fundación Instituto Tecnológico para la Seguridad el Automóvil (Fitsa), la implantación del eCall en España cifraría el ahorro en vidas humanas entre 270 y 810 víctimas mortales al año, mientras que entre 2.600 y 4.000 heridos graves pasarían a ser leves gracias al sistema eCall". Además, "el beneficio económico de un sistema eCall podría rondar entre los 6.000 y 26.000 millones de euros anuales en la Europa de los 25 y entre 560 y 2.300 millones de euros en España", según Fitsa.
En todo el proceso, la Dirección General de Tráfico (DGT) actuará como centro de atención permanente para recibir las llamadas, ponderar la actuación en función de la gravedad y coordinar las actuaciones con los diferentes servicios 112, gestión transferida en España a las Comunidades Autónomas.
La CE analizará antes de marzo de 2021 la conveniencia de incorporar este sistema a otros vehículos, como autobuses o camiones.