
La Comisión Europea ha decidido que no transferirá al Reino Unido el análisis de la compra de O2, filial británica de Telefónica, por parte del grupo chino Hutchison. De esa forma, será la propia autoridad comunitaria de Competencia quien proseguirá con la investigación. Según argumentan desde Bruselas, "la Comisión está en mejores condiciones para garantizar la aplicación coherente de las normas de control de las concentraciones en el sector de las telecomunicaciones móviles en todo el Espacio Económico Europeo".
La misma decisión también puede sentar un singular precedente para otras operaciones parecidas, lo que consecuente pérdida de influencia de los supervisores nacionales. En los últimos años y meses, Bruselas ha analizado directamente procesos similares en Irlanda, Alemania, Dinamarca (en el negocio del móvil), así como en Alemania y España (operaciones de fijo y móvil) y en el Reino Unidos, Irlanda y Países Bajos (en telefonía fija).
Según recuerda el organismo europeo, el primer movimiento oficial se produjo el pasado 11 de septiembre, cuando Hutchison 3G UK notificó a la Comisión su intención de hacerse con el control exclusivo de Telefónica UK. Días después, el 2 de octubre de 2015, la autoridad británica de competencia presentó una solicitud para que la Comisión que le remitiera la totalidad o una parte de la evaluación de un asunto.
En esa tesitura, la Comisión analizó al detalle cuál de los dos posibles árbitros de la competencia (el nacional o el europeo) se encontraba "mejor situado para tramitar el asunto en cuestión", llegando a la conclusión de que el asunto seguirá en el ámbito europeo. Según explica en un comunicado, los motivos responden a la "amplia experiencia de la Comisión en la evaluación de asuntos en el sector de las telecomunicaciones así como a la necesidad de garantizar una aplicación coherente de las normas de control de concentraciones en el sector de las telecomunicaciones móviles en todo el espacio europeo".
A partir de ahora, la Comisión dispone hasta el 18 de abril de 2016 para adoptar una decisión final.