Telecomunicaciones y tecnología

Las grandes 'telecos' se frotan las manos ante el negocio de conectar todas las cosas

  • En 2020 habrá 50.000 millones de dispositivos conectados a Internet

Las piedras acabarán hablando. Y no habrá que esperar mucho. Por lo pronto, las grandes compañías de telecomunicaciones han descubierto que dotar de conectividad a los objetos puede convertirse en el negocio que les salve el pellejo durante los próximos años. Más noticias en la revista gratuita elEconomista Tecnología

El horizonte de crecimiento no tiene fin. Una vez que los operadores de telefonía han logrado vender una línea de móvil a cada habitante del planeta, lo siguiente consiste en incorporar el mismo chip allá donde pueda reposar la vista. Sobre ese nuevo universo se debatió en el reciente Mobile World Congress de Barcelona, evento que convirtió al Internet de las cosas en el gran protagonista de la feria. También conocido como Internet of things (IoT) o Internet del Todo, se trata una revolución en marcha.

El impacto que va a tener para la vida de las personas el hecho de que cada vez haya más objetos cotidianos conectados a la Red ya es sobresaliente. ¿En qué se traducirá todo esto? Por un lado, existirá la posibilidad de acceder a cualquier componente del hogar, como la entrada, el sistema de climatización o la iluminación, desde cualquier parte a través del móvil o del ordenador.

Por otro lado, se podrá monitorizar absolutamente todo, desde el estado del tráfico con información de cualquier incidente, hasta el estado de conservación de cualquier alimento del frigorífico. También controlaremos todo lo que tiene que ver con nuestra salud. Esa ingente captura de datos -que habrá que saber proteger- alimentará también el big data y hará posible otras muchas cosas: unas veces para el bien de las empresas, que conocerán mejor nuestros gustos, dónde compramos... y otras veces para hacer más eficiente el consumo de energía.

Más objetos que habitantes

Fue en 2008 cuando por primera vez se detectó que ya había más objetos conectados a Internet que habitantes tenía el planeta. Según las previsiones de Cisco, en 2020 habrá 50.000 millones de dispositivos conectados a Internet, a una media de 6,58 por persona. Y claro, ante este panorama, quienes se están frotando las manos son los fabricantes de procesadores, a los que el mercado de móviles, tabletas y PC se les va quedando pequeño.

Qualcomm, Intel y compañía han dedicado buena parte de sus esfuerzos en la pasada edición del MWC a mostrar cómo puede cambiar nuestra vida. En el stand del primero destacó, por ejemplo, un tirador de cerveza que funciona por control remoto. A través de una app, no sólo se ejecuta la orden, sino que se puede elegir entre distintos tipos de la espumosa bebida. Muy cerca de ese artilugio, otra posibilidad del Internet de las cosas, esta vez para monitorizar el cuidado de un bebé prematuro. La incubadora en cuestión está fabricada en silicona, reproduciendo la forma de la madre, y a través de unos sensores transmite calor y respiración como lo harían los pulmones de la madre. En este caso, los chips también alertan de cualquier cambio en el estado de salud del pequeño.

En el stand de Intel del MWC se pudo comprobar el funcionamiento de un dispositivo que conectaría cualquier farola con la Policía y los servicios de emergencia de la ciudad. A través de sus múltiples cámaras, ante cualquier incidente, no sólo enviaría un mensaje con las imágenes grabadas a la Policía, sino que empezaría a parpadear a fin de que los agentes tuvieran más fácil la localización exacta del siniestro.

El Maserati del futuro

También Intel llevó hasta Barcelona un deportivo Maserati equipado con chips para acercarse a la conducción del futuro. En ella, el vehículo es capaz de marcar la distancia de seguridad y de trazar curvas atendiendo a las líneas del asfalto. Como está conectado con las infraestructuras de tráfico y con los demás vehículos, también alertará o incluso tomará sus propias decisiones sobre cuál es el mejor camino o sobre cómo encarar una situación de riesgo. También en el stand propio de Ford se pudo comprobar cómo esa conducción inteligente no lo es sólo porque los motores tengan un consumo más eficiente sino por la autonomía que ofrecen, siempre orientadas a la seguridad. En el caso de este fabricante de automóviles, también ha querido mostrar algunos de sus adelantos en bicicletas, permitiendo monitorizar cada movimiento.

Como explica Dave Evans, editor de un informe de Cisco, "el Internet de las cosas lo cambiará todo, incluso a nosotros mismos. Si bien puede parecer una declaración arriesgada, hay que tener en cuenta el impacto que Internet ha tenido sobre la educación, la comunicación, las empresas, la ciencia, el Gobierno y la humanidad. Claramente, Internet es una de las creaciones más importantes y poderosas de toda la historia de la humanidad. Ahora debemos tener en cuenta que Internet de las cosas representa la próxima evolución de Internet, que será un enorme salto en su capacidad para reunir, analizar y distribuir datos que podemos convertir en información, conocimiento... y en sabiduría".

Y es que cualquier cosa, por inverosímil que parezca, podrá estar conectada a Internet. ¿Un cepillo de dientes eléctrico? ¿Por qué no? De ello dejó testimonio en el MWC la firma Oral-B, que sugiere que una aplicación alerte de cuándo el cepillado ha sido el correcto.

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