Telecomunicaciones y tecnología

Telefónica sigue los pasos de Santander en Latinoamérica

MADRID (Reuters) - El grupo español Telefónica está siguiendo los pasos de su compatriota Banco Santander al intentar sacar dinero de su negocio en Latinoamérica para compensar la grave recesión en el mercado doméstico.

Los dos grupos gigantes españoles se beneficiaron de los vínculos culturales y lingüísticos con Latinoamérica al crecer agresivamente en la región en la década de los 90, muchos años antes de que la crisis inmobiliaria en España provocara la peor recesión en el país en medio siglo.

Latinoamérica se ha convertido en la principal fuente de ingresos para TELEFONICA (TEF.MC) por delante de Europa, mientras que SANTANDER (SAN.MC)ya logra el 50 por ciento de sus beneficios en esta región.

Ahora, ambos grupos están vendiendo activos fuera de sus mercados estratégicos y recortando su apalancamiento para demostrar a los inversores que son capaces de sortear la crisis en España.

"Están siguiendo caminos similares, pero el punto de partida es un poco diferente", dijo Fiona MacRae, que gestiona el fondo europeo de renta variable de Alliance Trust. Posee acciones de Santander, pero no ha tenido títulos de Telefónica desde hace unos dos años.

"Están alcanzando sus objetivos ... pero es posible que estén vendiendo parte de su crecimiento futuro".

Santander aventaja a Telefónica en la venta de activos, en las colocaciones en bolsa, en los recortes del dividendo, en la renuncia a nuevas adquisiciones y la recompra de deuda subordinada, pero Telefónica, con un endeudamiento superior a los 50.000 millones de euros, le está siguiendo de cerca.

Santander tiene que elevar sus ratios de capital por motivos regulatorios debido a la crisis de la banca española, mientras que Telefónica tiene que recortar su deuda para evitar perder su calificación de "investment grade" (con escasa probabilidad de impago), lo que se traducirá en una fuerte espiral de sus costes de financiación.

Telefónica, que tenía 56.000 millones de euros de deuda a finales de septiembre, dijo que cerrará el año con una deuda de 50.000 millones de euros, cumpliendo su objetivo de apalancamiento con un ratio deuda /EBITDA no superior a 2,35 veces.

PENALIZADAS POR ESPAÑA

Ambas compañías han visto bajar sus ratings en los últimos meses y se sitúan ahora a solo dos escalones por encima de la calificación de "bono de basura" que otorgan las agencias calificadoras Moody's y Standard and Poor's. Si España, que está solo un escalón por encima del bono de basura, ve rebajada su nota, volverán a bajar también los ratings de Telefónica y Santander.

"Tanto Telefónica como Santander están siendo castigados en los mercados por la percepción negativa de riesgo soberano de España", dijo José Carlos Díez, economista de Intermoney Valores.

Las acciones de Santander han subido un 3 por ciento en lo que va de año, por debajo del alza media del 15 por ciento que registraron sus pares europeos este año. Telefónica ha retrocedido incluso un 26 por ciento hasta la fecha, una caída más pronunciada que la de las demás empresas de telecomunicaciones en Europa.

Las similitudes en la estrategia no resultan sorprendentes dados los estrechos lazos entre el mundo corporativo y bancario en España. El presidente de Telefónica, César Alierta, desembarcó en la empresa en 2000 tras una carrera en finanzas que incluyó un periodo en el consejo de la bolsa madrileña.

Telefónica ha seguido los pasos del banco en la recompra de participaciones preferentes, algo que Santander empezó a ofrecer en diciembre de 2011, y también en materia de dividendo. Mientras que Santander ha ofrecido a los accionistas la opción de tomar dividendos en acciones en lugar de efectivo, Telefónica suprimió el pago totalmente.

Santander vendió una participación en su negocio chileno en noviembre de 2011 y poco después anunció la venta de su filial colombiana. Telefónica ha vendido varios activos este año, entre ellos el negocio de atención al cliente Atento y parte de su participaciones en China Unicom.

Telefónica dijo que podría sacar a bolsa sus negocios latinoamericanos en 2013 después de la exitosa colocación de un 23 por ciento de su filial alemana el pasado octubre.

Las ofertas públicas de venta (opv) en el exterior dotan a las empresas de fondos para sus negocios principales y les conceden lugares alternativos donde financiarse en los mercados de capitales.

Santander levantó 4.000 millones de dólares en septiembre cuando sacó a bolsa su negocio mexicano, la mayor operación de este tipo en el país. El consejero delegado de Santander México, Marcos Martínez dijo que ninguno de los fondos recaudados se quedaría en la filial.

El banco, que captó 8.000 millones de dólares con la salida a bolsa de su negocio en Brasil en 2009 también tiene planes para colocar sus negocios en Argentina y Reino Unido.

Sin embargo, el consejero delegado de Telefónica Latinoamérica, Santiago Fernández Valbuena, descartó salir a bolsa por países como ha hecho Santander.

"El enfoque de sacar a bolsa el negocio latinoamericano es probablemente la forma más simple y rápida de hacerlo y levantará recursos significativos", dijo una fuente bancaria a Reuters.

El negocio brasileño de Telefónica tiene un rating crediticio superior al de la matriz y su cotización ha subido cerca del 3 por ciento en el último año.

Pero aunque las perspectivas de crecimiento son más favorables en Latinoamérica que en España -se prevé un crecimiento económico en la región del 3,2 por ciento este año frente a una contracción del 1,5 por ciento en España-, no es una zona inmune a las inquietudes económicas mundiales.

Las autoridades brasileñas han bajado los tipos de interés a mínimos históricos, contrarrestando las preocupaciones sobre una ralentización del país, pero los inversores están también muy preocupados por la inestabilidad política en países como Argentina y Venezuela.

RIESGOS EN EL HORIZONTE

Hasta ahora, Santander parece estar en una mejor posición. Pero hay riesgos por delante para ambas compañías, entre ellos la posibilidad de que su negocio principal pueda acabar como compañías holding de las filiales en todo el mundo.

"Las preocupaciones que se escuchan es que estén despojándose en potencia de la plata de la familia", dijo Kevin Lilley, gestor de fondos en Old Mutual European Equity, que tiene acciones de Santander pero no de Telefónica.

La compañía de telecomunicaciones se enfrenta también a desafíos empresariales más importantes, con grandes pérdidas de clientes en España y tecnologías en proceso de cambio en todo el mundo. Santander, por su parte, está atrayendo a más clientes en España, ya que hay españoles que prefieren colocar su dinero en los bancos saneados de mayor tamaño.

"La tecnología es absolutamente fundamental para el negocio de Telefónica, y exigirá un montón de inversión de la compañía. El negocio bancario sigue igual, sólo que se ha visto afectada por el hundimiento del mercado inmobiliario", dijo Alberto Zumárraga, director general de la empresa bilbaína de servicios de inversión Mercagentes.

MacRae, de Alliance Trust, destacó que Telefónica parecía acorralada en una esquina comparada con Santander.

"Santander ha tenido que vender algunos activos, pero al mismo tiempo siempre ha tenido esta estrategia de tener filiales cotizadas", declaró.

"En el caso de Telefónica, están reduciendo su tamaño y en el de Santander, ya no están creciendo".

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