
¿Cuál es la diferencia entre estar localizables y estar localizados? La respuesta, de nuevo, se encuentra en nuestros teléfonos móviles. Cada vez más empresas de comunicaciones se apuntan a la moda de los GPS y dan otra vuelta de tuerca a las relaciones sociales.
La historia comienza cuando Sam Altman, estudiante en la Standford University que quería quedar para comer con dos amigos, pensó que sería genial que desde su móvil pudiera saber en qué lugar del campus estaban.
A Loopt Inc, una operadora estadounidense, la idea le pareció muy bien. Dos años después, se ha unido a la empresa de telefonía Boost Mobile -perteneciente a Sprint Nextel- para lanzar un servicio mediante el cual sus usuarios pueden localizar a amigos y familiares a partir del sistema de GPS integrado en los móviles.
El GPS tiene éxito
La operadora, que actualmente cuenta con 100.000 usuarios, ha sabido sacar partido al creciente interés de los estadounidenses por el este sistema, que permite determinar la posición de cualquier objeto con un margen de error de unos 200 metros utilizando una red de 24 satélites que orbitan alrededor del globo.
Según datos de la consultora Garner Research, publicados en el rotativo Wall Street Journal, el 55% de los celulares vendidos en 2006 contaban con servicio GPS, y estiman que en 2007 esta cifra se elevará hasta el 63%. Y esto sólo en EEUU. Ante tal incremento de público potencial, son varias las empresas de telecomunicaciones que se están subiendo al carro de los localizadores para atraer, sobre todo, al público más joven. Así, algunas como la surcoreana SK Telecom, las estadounidenses EarthLink, Rave Wireless y Verizon Communications (VZ.NY), o el grupo Vodafone ya presentan aplicaciones similares a partir de este sistema.
La polémica sobre privacidad y y seguridad está servida, aunque por ahora las telecom se cubren las espaldas restringiendo el servicio sólo a aquellas personas que estén registradas y siempre bajo su consentimiento.
En España, Avanzit <:AVZ.MC:> trabaja en la comercialización de un sistema que funcionará con la instalación de un chip en el objeto que se quiera tener localizado y que se espera salga a la calle en un plazo apróximado de un mes.