Telecomunicaciones y tecnología

Los estados de EEUU dan la espalda a Google y Apple en su hazaña por rastrear al coronavirus

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Desde que el pasado 10 de abril, Google y Apple aunaran fuerzas para desarrollar un software que informe a sus usuarios si han estado en contacto con alguna persona infectada por Covid-19, el interés de los distintos gobiernos estatales de Estados Unidos ha sido limitado.

Todo ello en un momento en que el número de infecciones en el país sobrepasa ya los 2,09 millones y las víctimas mortales asciende hasta las 115.747. El aumento de los casos en varios estados durante las últimas semanas ha hecho que varios funcionarios hayan expresado su preocupación sobre el ritmo de reapertura, que podría disminuir si la tendencia no consigue detenerse.

De hecho, la gobernadora de Oregón, Kate Brown, congeló durante 7 días todas las solicitudes de los condados en el estado para reabrir. La ciudad de Nashville, en Tennessee, donde los restaurantes y comercios están abiertos al 75% de su capacidad, pero los bares están cerrados, ha pospuesto los planes para permitir la capacidad total en los restaurantes y al 50% en los bares.

En estas circunstancias, la prometedora iniciativa de los dos gigantes de Silicon Valley continúa sin generar resultados concretos dada la falta de coordinación e interés de muchos estados. De hecho, según medios como Politico y Business Insider, entre 15 y 17 gobiernos estatales no han mostrado intención alguna por desarrollar algún tipo de aplicación o utilizar las herramientas digitales disponibles para seguir posibles cadenas de contagio.

Hasta la fecha, solo tres estados (Alabama, Carolina del Sur y Dakota del Norte) se han comprometido a utilizar la tecnología de rastreo de contactos de Apple y Google mientras que al menos 19 estarían considerando hacerlo pero no han tomado una decisión concreta. Otra decena desconocen sus planes.

A medida que los estados continúan con la desescalada, la falta de adopción podría obstaculizar la efectividad de la tecnología desarrollada por Apple y Google. De esta forma, las distintas opiniones sobre qué datos deberían registrar estas aplicaciones y la ausencia a nivel federal de estándares de privacidad concretos, puede tirar por tierra el papel que ambas compañías quieren desempeñar en la respuesta por frenar la pandemia.

La tecnología de Apple y Google no es una aplicación sino una plataforma sobre la cual las autoridades de salud pública pueden construir sus propias aplicaciones. La tecnología aprovecha la conexión Bluetooth en los smartphone de las personas para mantener un registro de otros dispositivos a los que se acercan. Cuando se integra con una aplicación, se puede usar para notificar a un usuario si ha mantenido contacto con alguien que ha sido infectado por el coronavirus.

Pero la baja tasa de adopción es un problema para la iniciativa de Apple y Google. Según los expertos, para que este seguimiento funcione, al menos el 60% de la población de un país tiene que adoptarlo. Singapur y Australia han visto algunas de las tasas de adopción más altas de una aplicación llamada TraceTogether, en parte debido a la intensa recomendación por parte de dichos gobiernos. Corea del Sur ha integrado su aplicación en una respuesta nacional múltiple que incluye pruebas exhaustivas y una recopilación de datos detallada. Mientras tanto, China tiene una aplicación nacional y varias regionales, según el South China Morning Post.

Muchos de los estados de EEUU que no utilizan la tecnología de Apple y Google confían en la mano humana para entrevistar a pacientes con Covid-19 y determinar así sus contactos. Nueva York ha contratado hasta 17.000 rastreadores de contactos y California hasta 20,000. Ninguno de estos estados se ha comprometido a usar una aplicación de teléfono móvil para rastreo de contactos. Georgia, Maine e Indiana también dependen únicamente de sistemas humanos para estos menesteres.

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