
España ha dado un salto de calidad y de cantidad a lo largo de 2018 en los servicios de de la fibra óptica hasta el hogar (FTTH). Según los datos de la Comisión Nacional de los Mercados y la Competencia, correspondientes al año pasado, esta infraestructura de acceso a Internet ya forma parte de la vida de casi el 60 por ciento de los hogares españoles, con más de nueve millones de este tipo de líneas con velocidades de 100 Mbps.
A las anteriores hay que añadir aquellas de más de 30 Mbps, el 15,5 por ciento del total, de lo que se desprende que tres de cada cuatro hogares españoles disfruta de conexiones fijas de alta velocidad, por encima del 75%, entre accesos de más de 30 Mbps y 100 Mbps. "El total de accesos de NGA (redes de nueva generación) desplegados a fin de año alcanzó los 57 millones, de los cuales 46,7 millones eran de fibra", indican el mismo informe.
La gran mayoría de ellas (el 88 por ciento) se las reparten los tres principales operadores del sector: Movistar, Orange y Vodafone. Estas mismas empresas suman una cuota conjunta en el negocio del móvil del 78,4%, diez puntos porcentuales menos que en la FTTH.
MásMóvil, el cuarto operador español también sale bien retratado en el balance del año. No sólo por arañar cuota a sus rivales en banda ancha fija y móvil, sino también por consolidarse como la alternativa a la terna histórica del sector y rebasar la cifra del millón de clientes, con una cuota de mercado en banda ancha fija del 7 por ciento y del 12,4% en telefonía móvil. Los anteriores datos se desprenden del informe Económico Sectorial de Telecomunicaciones y Audiovisual, de la CNMC, en el que se destaca la pujanza de la banda ancha móvil como el motor de crecimiento del sector de las telecomunicaciones durante 2018. En concreto, la facturación global del sector de las telecomunicaciones aumentó el 0,7 por ciento en 2018 respecto al año anterior, con un negocio total de 34.516 millones de euros.
Más abonados, menos ingresos
La televisión de pago también brilló con especial fuerza durante el año pasado. Sus suscriptores aumentaron el 3,1% en términos interanuales, hasta los 6,9 millones, de los que 6,3 millones lo hicieron empujados por las ofertas paquetizadas de los operadores. No obstante, pese a las mayores contrataciones, los ingresos de las televisiones de pago (521 millones de euros) se redujeron el 1,6% en términos interanuales, algo menos que la caída del negocio de la televisión en abierto, que vio esfumarse el 1,9% de su facturación, con ingresos de 553 millones de euros. En función de su tecnología, han ganado clientela tanto la televisión IP (suministrada por las grandes 'telecos') como la televisión online (proporcionada por los operadores 'over the top'), mientras que las ofertas del cable y el satélite continuaron su declive de años anteriores.
Curiosamente, el gasto de los hogares españoles abonados a ofertas múltiples de telecomunicaciones se redujo respecto al año anterior. Así las familias y particulares con paquete cuádruple (sin incluir la televisión de pago) gastaron un promedio de 53 euros mensuales, algo menos que a finales de 2017, mientras que los hogares con paquete quíntuple (con televisión de pago) gastaron 77,3 euros, casi dos euros menos que en 2017, según la CNMC.