Donald Trump, presidente de los Estados Unidos, ha convocado para mañana a diversos representantes de las redes sociales en una cumbre que celebrará en la Casa Blanca, pero lo más sorprendente de la cita son las clamorosas ausencias: dejará en la puerta a Twitter, Facebook y Google. Pese a que Trump es libre de invitar a quien le plazca en cualquier tipo de reunión privada en su domicilio, llama la atención la dimensión de los excluidos.
La administración central estadounidense considera que las principales empresas de tecnología actúan de forma sesgada contra de los conservadores y que todas ellas simpatizan con las tendencias políticas de la izquierda. Este argumento viene a ser recurrente por Don Jr., el hijo mayor del Presidente, que tuitea con frecuencia sobre los prejuicios tecnológicos de las grandes multinacionales hacia sus principios ideológicos.
Según informa el sitio online Axios, los invitados a la "conversación familiar de Trump" con las empresas afines se limita a medio digitales de corte conservador, incluyendo consultores, activistas y ejecutivos. Según el portavoz de la Casa Blanca, Judd Deere, la reunión "congregará a líderes digitales para una conversación sólida sobre las oportunidades y desafíos del ambiente en línea actual". Y entre las voces que se harán escuchar sobresale una por encima del resto: la del propio Donald Trump. Para quien todavía albergue alguna duda sólo las preferencias del presidente de los EEUU solo tiene que rescatar del histórico de Twitter de Trump: "Facebook, Google y Twitter, sin mencionar a los medios corruptos, están taaaan de lado de los demócratas radicales de izquierda. Pero no teman, ganaremos de todas formas, ¡tal como lo hicimos antes!". Por todo lo anteior, parece fácil de adivinar que Trump arremeterá contra aquellos que mantienen una opinión crítica, tradicionalmente criticados por el presidente por su falta de parcialidad y la falta de competencia.
Las mismas fuentes apuntan que los funcionarios de la Casa Blanca pretenden que los medios conservadores presionen a las firmas de Silicon Valley para que trabajen con lo que ellos consideran parcialidad, transparencia y justicia. También reprochan que Twitter, Facebook, Google y otras grandes firmas tecnológicas siempre actúan en contra de Trump. Por ese motivo, "los conservadores perciben en su contra la actuación de las grandes compañías de tecnología como si estuvieran alineadas en su contra".