Tecnología

El 5G encarecerá la factura del móvil más del 8% por las tarifas ilimitadas

  • Vodafone enciende este sábado la nueva tecnología en España
Foto: Dreamstime
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El sector de las telecomunicaciones tiene claro que la implantación de la quinta generación de telefonía (5G) encarecerá la factura del móvil tanto para las familias como para las empresas. Pese a que pocos se atreven a aventurar el incremento preciso que podría esperarse en el futuro, algunos observadores del mercado lo cifran por encima del 8%. Ese porcentaje se fundamenta en la extrapolación de la estructura tarifaria que actualmente aplica Vodafone España -único operador con 5G- en su estrategia para diferenciar sus tarifas ilimitadas de datos móviles de 10 Mbps (45,99 euros), de otras de similares prestaciones, pero con la máxima velocidad de descarga (49,99 euros).

No obstante, el operador rojo pone hoy en marcha los primeros servicios comerciales de 5G en España, pero sin incrementos de precios vinculados a la nueva tecnología. En su caso, la puesta en marcha de la tecnología se realiza en 15 ciudades españolas a través de las redes de Huawei y sobre la frecuencia de 3,7 GHz. El estreno podrán disfrutarlo los clientes de Vodafone que dispongan de alguna de las tres versiones de smartphones compatibles con el 5G: Samsung Galaxy S10 (1.080 euros al contado), el LG V50 ThingQ (900 euros) y el Xiaomi Mi Mix 3 (720 euros).

La causa que provocará el incremento de los gastos en telecomunicaciones derivado por el 5G será la obligada migración de las tarifas convencionales a las ilimitadas de datos de máxima velocidad. Solo con este tipo de tarificación resultaría sostenible una tecnología que permite descargas de datos diez veces más veloces que las que ofrece el 4G. A modo de ejemplo, un usuario de 5G podría descargarse en apenas tres segundos una película de alta definición en su móvil. Le bastaría con repetir esa operación en otras tres ocasiones para laminar en un puñado de segundos la decena de gigas de datos que, de media, puede consumir en un mes un usuario tipo.

De esa forma, la única forma sensata de convivir con la nueva generación de telefonía pasa por contratar este tipo de tarifas, con el consiguiente incremento en el precio final que ello supone. Cualquier operador interesado en ofrecer servicios de 5G invitaría a contratar las tarifas ilimitadas de datos a quien pretenda migrar a la nueva generación tecnológica. De hecho, la barra libre total para navegar, descargar y compartir contenidos online resulta escandalosamente más ventajosa que la facturación de los paquetes convencionales de datos. De todo lo anterior se desprende que el modelo de "muchos más servicios y prestaciones por un poco más de dinero" seguirá marcando el ritmo del mercado. No queda otra.

Presión comercial

Por otra parte, los usuarios podrían temer en sus facturas de telefonía móvil y datos el impacto del coste derivado de las altas inversiones realizadas por los operadores en la compra de espectro radioeléctrico.

Nada es gratis. Los analistas consultados indican que los ingresos de los operadores no crecen en la misma proporción que aumenta el precio de las frecuencias, motivo por el que las telecos podrían verse obligadas a repercutir en el cliente final el esfuerzo realizado en la puesta en marcha de las nuevas redes.

El reciente caso alemán ha escocido especialmente a tres de los principales operadores europeos: Telefónica, Vodafone y Deutsche Telekom. Todos ellos han tenido que pagar mucho más de lo que hubieran deseado debido a las condiciones de una subasta con marcado afán recaudatorio. El Gobierno alemán, al reducir los 400 MHz iniciales a solo 300 MHz, obligó a los licitantes a pelear con mayor intensidad por esos recursos escasos, e imprescindibles para poder jugar en el futuro.

Antes de la subasta de frecuencias en Alemania, el Gobierno germano confiaba en ingresar alrededor de 5.000 millones de euros. Tras cuatro meses de reñida pugna entre Telefónica, Deutsche Telekom, Vodafone y Drillisch, el botín se incrementó en un 30%, hasta los 6.549 millones de euros. Ese aumento del coste de las frecuencias podría condicionar indirectamente en la presión comercial de Telefónica Alemania sobre sus clientes en aquel mercado.

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