El último éxito en las tiendas españolas de aplicaciones de Android e iOS es Chicotaz, un particular juego desarrollado en Sevilla ambientado en la Semana Santa de la capital andaluza. En él, nos pondremos en la piel de un capataz de un paso que tendremos que dirigir para evitar salirnos del recorrido, evitar los dinteles de los templos, chocar en altura con balcones y árboles así como ajustarnos al tiempo de la venia.
El videojuego ha sido un completo éxito, reconoce a elEconomista.es Ismael Vázquez quien, junto con Carlos Gamero y Martín Sanz, es el responsable de este particular juego capillita que ha superado a WhatsApp o a Fortnite como app más descargada en móvil durante las últimas semanas.
"Cuando empezamos con esto nos fijamos el objetivo de 10.000 descargas para Semana Santa, y a falta de tres semanas hemos sobrepasado ya las 80.000. Es increíble. Nos han roto todas las previsiones. Hicimos un juego enfocado a los niños y para un ámbito local (Sevilla, la provincia, y algo de Cádiz, Málaga y alrededores), sin embargo el juego lo están jugando más mayores que niños y se está descargando no sólo en toda España si no también en Guatemala, Colombia o Perú", explica Vázquez.
Para quien está acostumbrado a cómo maniobra el paso, el funcionamiento del juego es sencillo. Hay que levantar o arriar el paso, indicar a los costaleros la dirección, la zancada, el giro o si deben flexionar las rodillas para evitar obstáculos en altura.
El potencial está en los detalles
Más allá de dirigir el paso, el jugador también tendrá que tener en cuenta el tiempo de paso por el recorrido, así como el cansancio de los costaleros. Una fidelidad que el grupo de amigos aficionado a la Semana Santa ha querido llevar hasta el último detalle.
Para ello, Chicotaz ha apostado por llevar al juego los pasos, calles, templos y marchas reales. "Es lo que más tiempo nos ha costado. Podíamos haber usado pasos, calles y música genéricas, que nadie conociera, y haber tardado un cuarto del tiempo que hemos dedicado al desarrollo de Chicotaz, pero no hubiera sido lo mismo. Ha merecido la pena todo el tiempo invertido", reconoce Vázquez.
En Chicotaz, el jugador se trasladará a calle Sierpes, Alhóndiga, la Campana, la Catedral y será el capataz de pasos recreados con fidelidad tanto, que cada uno de ellos tendrán un largo, ancho y resistencia determinadas por la disposición de las imágenes y peso.
Precisamente, estos cuidados detalles hacen que una versión más amplia del juego cueste todavía algo más de tiempo. "Nos piden bastante que saquemos una versión para Málaga, con sus tronos característicos, el juego tendría que discurrir por calles más anchas ya que los tronos son mucho más largos que los pasos de la Semana Santa sevillana. No descartamos nada aunque esto sería algo a largo plazo, antes queremos seguir añadiendo contenido y corrigiendo pequeños fallos de la versión actual de Chicotaz".
Un proyecto de tres amantes de la Semana Santa
El desarrollo de Chicotaz surge hace poco menos de un año, reconoce Vázquez. Él, farmacéutico en el barrio de Los Remedios (Sevilla), empezó a formarse en programación y ese conocimiento se tradujo en el juego. "Me veía preparado para intentar sacar un proyecto adelante, investigo y busco si existe algo parecido a lo que se me estaba pasando por la cabeza (la idea de ser capataz y dirigir un paso), me doy cuenta que no existe y creo que puede tener un tirón importante".
Aunque Ismael es quien se ha encargado de la programación, Sanz -técnico de sonido en el teatro municipal de Almendralejo- se ha encargado de la música y los efectos de sonido, así como de la versión de iOS. Gamero por su parte -recepcionista en un hotel del centro de Sevilla- fue quien se hizo cargo de todo lo relacionado con las imágenes y gráficos del juego.
"Los tres somos muy aficionados a la Semana Santa. Yo soy hermano de las Siete Palabras, Carlos estuvo muchos años tocando en la Banda del Sol, y Martín es de los que prefiere verlas en la calle", reconoce Vázquez, quien aclara que no, que ninguno de los tres ha sido capataz de paso.