
Oculus ha presentado el Rift S, su nuevo casco de realidad virtual que combina la tecnología de rastreo incorporada en Oculus Insight con la capacidad de potencia de un PC.
Este modelo presentado en el marco de la Games Developer Conference (GDC) llega para sustituir al Rift original al que mejora en la resolución de la pantalla, óptica mejorada y la capacidad Passthrough+, que ofrece la posibilidad de ver el mundo real que rodea al usuario sin necesidad de quitarse el visor.
Uno de los grandes atractivos es Oculus Insight, que ofrecerá un seguimiento preciso a escala de la habitación. Al igual que con el modelo Quest, Rift S cuenta con una tecnología que permite el rastreo desde dentro hacia fuera, lo que evita la necesidad de colocar sensores externos para ubicarse en entornos cerrados.
A través de algoritmos de visión artificial, Oculus Insight captura, rastrea y navega espacios físicos en tiempo real. Para ello, el Rift S cuenta con cinco sensores para maximizar el volumen de seguimiento y apoyar la biblioteca Rift existente.
Llegará esta primavera por 449 euros
El nuevo visor, que costará 449 euros y comenzará a estar disponible a partir de esta primavera, cuenta con una mejor pantalla con óptica mejorada que ofrece mayor calidad de imagen y densidad de píxeles. Esto permite tener juegos más ambiciosos y con mejor experiencia de usuario.
Más allá de la pantalla de alta calidad, la compañía que forma parte de Facebook ha colaborado con Lenovo para aumentar el confort, optimizar la distribución de peso y mejorar el bloqueo de luz, así como en el desarrollo del sistema monocable para ofrecer una experiencia más sencilla pese a la necesidad de conexión a un PC.
Aunque Rift S cuenta con la misma solución de audio integrada que Oculus Quest y Oculus Go, incluyendo una clavija que permite al usuario utilizar sus auriculares preferidos.