Tecnología

Nuria Oliver: "No serán robots, sino algoritmos, los que impacten en el empleo"

  • El mayor impacto se producirá en profesiones aún no automatizadas

El "mayor impacto" de la inteligencia artificial en el empleo se producirá en profesiones que aún no están automatizadas y será por medio de algoritmos, más que de robots, que aumentarán la inteligencia humana, considera la "Ingeniera del año 2018", Nuria Oliver.

"Casi todo el mundo cuando piensa en inteligencia artificial, piensa en robots. Pero convivimos con ella, en nuestros teléfonos, en los servicios que usamos. Y no son robots, son algoritmos. Es software", indica Oliver, que este martes ingresará en la Real Academia de Ingeniería, donde será la cuarta mujer en una institución con 56 hombres. "Lo mismo sucede con la transformación laboral. El mayor impacto no va a ser en la industria, que ya está muy robotizada. La clave está en profesiones que hasta ahora no han sido automatizadas", añade.

Esa automatización "no tiene por qué ser con un robot", sino que probablemente va a ser a través de algoritmos "con capacidad de procesar ingentes cantidades de datos", dice la experta, que más que "una delegación completa" o sustitución del humano por el algoritmo, habla de "una visión sinérgica". "Es lo que se conoce como aumento de la inteligencia humana", explica.

Se trata de algortimos, por ejemplo, con capacidad de analizar e interpretar toda la jurisprudencia de ciertos casos o todos los historiales médicos del mundo de una enfermedad para llegar a conclusiones "que serían inviables no ya para un humano, sino para el planeta entero, porque son cantidades enormes de datos".

Humanos apoyados en algoritmos

"Los humanos seguirán en muchos casos tomando las decisiones, pero tendrán que saber apoyarse en algoritmos. Y con todo ese tiempo que ganan, ver donde aportan el valor de ser humano", añade la experta, para quien la clave está en "prepararse como sociedad" para esta nueva realidad.

Eso pasa por formar a las nuevas generaciones, pero también a los trabajadores cuyas profesiones se transformarán por la inteligencia artificial y el progreso tecnológico, algo a lo que, a su juicio, "no se está prestando la suficiente atención".

"No es fácil cuando tienes 50 años reinventarte. No es fácil asumir que lo que has hecho durante tu vida ya no es necesario y tienes que hacer algo nuevo. Tenemos que trabajar el desarrollo de la inteligencia emocional para poder gestionar este mundo de cambio constante sin que nos entre un ataque de pánico generalizado", señala.

Lejos de visiones apocalípticas, la nueva académica cree que al igual que habrá profesiones que puedan automatizarse total o parcialmente, "surgirán otras muchas nuevas derivadas de este progreso tecnológico", como "ha sucedido siempre en la historia de la humanidad".

La experta reflexiona también sobre el "profundo hito" que han supuesto, a nivel consumo, los nuevos altavoces inteligentes, sin pantalla ni teclado, a los que se espera que "les hables" y asegura que "la expectativa es que vamos a poder hablar al mundo tecnológico que nos rodea, a nuestro coche, a nuestra lavadora, a nuestro reloj... y nos va a entender".

Oliver forma parte del grupo de expertos designado por el anterior Ejecutivo para elaborar un Libro Blanco sobre Inteligencia Artificial y Big Data que iba a ver la luz el pasado verano, pero el cambio de gobierno trastocó esos planes. A su juicio, es "importante" que se publique, pero más aún que haya "un compromiso para ejecutar las recomendaciones incluidas en ese libro".

"De qué sirve que se publique si nadie lo lee o si dan igual las recomendaciones que hagamos. Si el retraso significa que detrás va a haber un compromiso, pues bienvenido sea", asegura la experta, que recuerda que la gran mayoría de países de nuestro entorno ha publicado o está publicando sus estrategias en inteligencia artificial. "Creo que no deberíamos retrasarnos tampoco demasiado", concluye.

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