Hace un año Amazon anunciaba su servicio Prime Wardrobe, una opción que permite a los usuarios bajo suscripción probar la ropa en casa antes de comprarla. Ahora, esta iniciativa ha abandonado su fase de pruebas y se ha extendido a todo EEUU, lo que permitirá a la compañía de comercio electrónico crecer en el sector de la moda y poner en más aprietos a los minoristas tradicionales.
El servicio viene incluido dentro de la suscripción Prime, que cuesta 119 dólares al año, y funciona de la siguiente forma: el cliente selecciona entre 3 y 15 productos, ya sean ropa, zapatos o accesorios. Una vez que llegan a casa del cliente, se dispone de una semana para probar lo recibido y volver a empaquetar lo que no le siente bien. Es más, la caja ya incluye el franqueo pagado para el envío de vuelta, y al cliente sólo se le cobrará lo productos que se haya quedado.
Eso sí, cada uno de los productos deben devolverse con las etiquetas en su embalaje original, incluidos perchas, bolsas de polietileno, cajas de zapatos, bolsas de polvo y cajas de regalo. Los artículos deben estar sin usar, sin lavar y sin ningún daño.
Con la idea de que se generen las menos devoluciones posibles y optimizar el proceso logístico, si el cliente se queda con tres o cuatro productos recibirá un 10% de descuento en todo lo comprado, mientras que si ha adquirido cinco o más productos el descuento será del 20%.