
El desarrollo de la conducción autónoma se basa principalmente en la mejora de los sensores y sistemas de guiados de los vehículos. Para los coches sin conductor es esencial el Lidar, un láser capaz de determinar qué es lo que rodea al automóvil para procesar la información del entorno y poder tomar la mejor decisión en cada segundo, sin embargo, este láser está a punto de recibir una auténtica revolución.
Un equipo de la universidad de Stanford (California, EEUU) ha desarrollado un sistema láser extremadamente sensible capaz de producir imágenes de objetos escondidos del ángulo de visión, según un estudio publicado en Nature.
Esta tecnología permitirá desarrollar aplicaciones para vehículos autónomos, para que puedan conocer más información y ser más precisos en sus viajes. Asimismo abre otras posibles utilidades más allá de la conducción autónoma como ver a través del follaje desde vehículos aéreos o proporcionar a unidades de rescate la capacidad de encontrar personas cuya ubicación ha quedado bloqueada a la vista.
El profesor asociado Gordon Wetzstein, de la citada universidad norteamericana, y uno de los autores de la investigación, ha comentado a la publicación británica que pese a que ese tipo de tecnología "suena a magia", es "realmente factible".
Aunque el grupo investigador de Stanford no es el único en el desarrollo de métodos de tecnología láser para capturar imágenes de objetos, donde logra avances destacables en ese campo es en la creación de un algoritmo extremadamente eficiente y efectivo para procesar la imagen final de dicho objeto. De este modo, alcanzan a "averiguar una manera eficiente de recuperar la estructura en 3-D del objeto escondido", explica David Lindell, coautor del informe, quien apunta que "el gran impacto de este método es lo eficiente que es a nivel computacional".
¿Cómo funciona?
Durante sus experimentos, los científicos instalaron un láser cercano a un detector de protones altamente sensible, capaz de grabar incluso una partícula única de luz.
Apuntaron a una pared con pulsos de luz láser -invisibles al ojo humano- que rebotaron en objetos que estaban escondidos detrás de una esquina para rebotar de nuevo en la pared y en el detector. Según Nature, ese proceso actualmente dura desde dos minutos a una hora, dependiendo de condiciones como la iluminación y la reflectividad del objeto escondido. Sin embargo, en base a lo bien que funciona el algoritmo, se cree que podría acelerarse hasta hacer que el proceso sea casi instantáneo.
Antes de que el sistema esté del todo listo, los científicos deben conseguir que funcione mejor con luz del día y con objetos en movimiento, como con un balón que rebota o ante un niño que corre, ya que hasta la fecha funciona particularmente bien a la hora de detectar objetos retrorreflectantes, como señales de tráfico.
Si ahora se emplease esa tecnología en un vehículo, éste podría captar fácilmente imágenes de objetos como señales de tráfico o marcadores de carretera pero podría experimentar dificultades en la detección de personas que llevaran atuendos no reflectantes. Ante esto, Wetzstein consideró que el estudio representa "un gran paso hacia adelante" en el campo y espera que "ojalá beneficie a todos".