
El pasado mes de diciembre Apple reconocía que estaba recortando el rendimiento de sus modelos de iPhone más antiguos para salvar sus componentes ante el deterioro y desgaste por el uso de sus baterías.
La confesión del gigante de Cupertino levantó una ola de comentarios contra la compañía ante lo que Apple reaccionó rebajando el precio de la sustitución de las baterías hasta los 29 euros. Ahora, ha sido ahora el propio Tim Cook, máximo responsable de la empresa, quien ha asegurado que a partir de una próxima actualización de iOS será el usuario quien elija si desea capar el rendimiento del procesador o no.
En una entrevista con ABC News, Cook ha explicado que quieren ser más sinceros con el usuario y que por ello les mostrarán el estado que tienen sus baterías y si es susceptible capar el rendimiento para estirar su vida útil.
"El próximo mes daremos a la gente la visibilidad de la salud de la batería, por lo que es muy, muy transparente. Diremos que estamos reduciendo ligeramente su rendimiento en cierta cantidad, para evitar un reinicio inesperado, y si no lo quiere, podrá desactivarlo", indica Cook al medio.
El CEO de Apple ha vuelto a pedir disculpas por la medida que afecta a los iPhone 6, 6S y 7 con un desgaste de batería mayor por su uso. "Nos disculpamos profundamente con cualquiera que piense que tenemos otro tipo de motivación, porque nuestra motivación siempre es el usuario", argumentó Cook, y es que son muchos los usuarios y analistas que piensan que Apple ha llevado a cabo estas medidas para potenciar una renovación más rápida de sus terminales.
Cook por su parte argumenta que esta reducción del rendimiento responde para evitar apagones espontáneos de los terminales al no poder gestionar de forma óptima la duración de la batería. Y es que si el teléfono se apaga repentinamente durante un proceso -al igual que sucede en los ordenadores y otros equipos informáticos- puede provocar la rotura de otros componentes.