
El negocio español de las telecomunicaciones asiste estos días a una oleada de pequeñas compras en el segundo escalón del mercado: el que afecta a los operadores locales, aquellos que actúan en poblaciones españolas con menos de 20.000 habitantes.
En ese territorio de "muchos pequeños" se maneja con especial destreza la empresa española Ahímas, un "operador de operadores" que pretende liderar la incipiente fase de concentración de operadores locales y hacerse un hueco por detrás del repóker de los gigantes del negocio: Telefónica, Orange, Vodafone, MásMóvil y Euskaltel.
Al margen de las anteriores compañías de referencia, existen más de 3.800 operadores de telecomunicaciones censados en España, aunque menos de la mitad realizan este tipo de actividad de forma regular. Ante ese universo de pymes especializadas en ofrecer conectividad lejos de las grandes ciudades españolas opera con fuerza Ahímas, compañía que opera como las mismas armas que utilizan las firmas de capital riesgo: primero incorporándose al capital de pequeñas telecos y, acto seguido, ayudando a sus nuevos socios a mejorar su actividad en los servicios de conectividad y así elevar los ingresos y la rentabilidad.
Ofensiva hasta 2020
"Ahímas confiamos a entrar en el capital de 30 compañías hasta el año 2020, frente a las siete actuales en las que tenemos presencia. De hecho, actualmente mantenemos negociaciones con tres operaciones más, para así cerrar el año con una participación en 10 empresas", indican José Carlos Oya y Miguel de Lucas, presidente y consejero delegado de Ahímas en un reciente encuentro con elEconomista.
Por lo pronto, la joven empresa acaba de ampliar su capital social en 7,6 millones de euros y ha firmado un acuerdo con Trea Direct Lending por el cual la firma de gestión de activos aporta también 7,5 millones de euros a la operadora para crecer más rápido.
La compañía reconoce que maneja "sus previsiones con humildad, lejos de la arrogancia que abunda en el sector". Pese a ello, la firma pretende llegar a 1,2 millones de hogares en 2020. "Tenemos una oferta de calidad, un servicio de cercanía y una amplia variedad de servicios para ofrecer Internet de alta velocidad y otros productos a los clientes de las zonas rurales", añade José Carlos Oya.
"Más de 13 millones de personas viven en poblaciones de menos de 20.000 habitantes. Queremos llegar a ellos, ofrecerles un servicio de cercanía, acorde a sus necesidades, evitando la brecha digital entre las grandes urbes y las localidades más pequeñas", explica Miguel de Lucas, consejero delegado de la firma.
En la mayoría de los casos que aparecen en el punto de mira de Ahímas, los pequeños operadores locales trabajan con bandas no licenciadas, es decir, utilizan un espectro gratuito y también inestable. Ante esos escenarios tecnológicos, Ahímas hace valer su experiencia en el sector para facilitar los acuerdos entre los pequeños y los grandes operadores.