Silicon Valley, el lugar de donde parten las mejores, más brillantes e innovadoras ideas del planeta, ha puesto en el punto de mira a Juicero, la compañía que quiso revolucionar la forma de hacer zumo y terminó haciendo una chapuza cara e innecesaria que, para colmo, consiguió más de 120 millones de dólares de financiación. Su "mágica" máquina estrujadora de bolsas de zumo -400 dólares tienen la culpa- se puede sustituir por unas manos, algo de fuerza, y ganas de apretar -ahora tal vez la cabeza de su inventor- tal y como han demostrado desde Bloomberg.
Doug Evans, fundador de la compañía, se comparó a sí mismo con Steve Jobs porque, según aseguró, los dos buscan la perfección -la de extraer zumo en su caso-. Evans declaró que su invento podía aplicar cuatro toneladas de fuerza, "suficiente para levantar dos Teslas" dijo. El brazo inversor de capital riesgo de Google fue uno de los inversores que compraron la idea de Evans y financiaron su máquina estrujadora.
En cuanto el producto llegó al mercado alguien tuvo el genial impulso de apretar la bolsa de zumo con las manos, el resultado fue sorprendente... Quizá no había llegado a aplicar cuatro toneladas de fuerza, pero sí la suficiente como para que el zumo fluyera de manera sencilla y rápida hasta el vaso. Bloomberg decidió -no fuera a ser que los usuarios que denunciaban la estafa tuvieran la fuerza de Hulk- hacer su propia prueba y, efectivamente, consiguieron casi la misma cantidad de jugo que la máquina en el mismo tiempo, ¡incluso más rápido!
Anonadados tras el test, desde la agencia trataron de ponerse en contacto con Juicero; no obtuvieron respuesta. Eso si, una persona cercana a la compañía explicó que Juicero es consciente de que los paquetes pueden ser exprimido a mano, pero que la mayoría de la gente preferiría usar la máquina porque el proceso es más consistente y menos sucio.
El dispositivo también lee un código QR impreso en la parte posterior de cada paquete y comprueba la fuente contra una base de datos online para asegurar que el contenido no ha expirado o ha sido retirado del mercado, argumentó la persona. Lo que no dijo es que la fecha de vencimiento también se imprime en el envase...
Por el momento, Juicero solo provee el zumo envasado a quién previamente ha adquirido el exprimidor -que encima abulta mucho más de lo previsto-. Cada paquete cuesta entre 5 y 8 dólares y, al ser perecederos, solo se distribuyen de manera local. Pero no se piense que va a tener zumo para una semana, de cada bolsa se extraen unos 220 mililitros, el equivalente a un vaso.
Ante esta situación, los inversores, preocupados por su dinero, están pidiendo cuentas a Evans, a quien no parece que la jugada le vaya a salir redonda... Un último apunte: la máquina ha bajado de precio, ya que en su momento, al poco de su lanzamiento, llegó a costar cerca de 700 dólares. Así se anunciaba el producto: