
El conglomerado tecnológico surcoreano Samsung anunció hoy la remodelación de su cúpula directiva, justo después de que la fiscalía decidiera llevar ante la justicia al heredero del grupo, Lee Jae-yong, dentro del caso 'Rasputina'.
El mayor grupo empresarial del país informó sobre esta medida en un comunicado poco después de conocerse que Lee será juzgado por el presunto delito de soborno junto a otros cuatro ejecutivos de la compañía, en el marco del escándalo que causó la caída de la presidenta Park Geun-hye.
En particular, Samsung suprimirá la llamada "oficina de estrategias de futuro", donde se centralizaban las operaciones del grupo bajo el mando del propio Lee, y a partir de ahora cada una de sus empresas afiliadas actuará bajo la dirección de sus respectivas juntas directivas, explicó la empresa.
Esta oficina estaba dirigida por el vicepresidente del conglomerado, Choi Gee-sung, y por el presidente, Chang Choong-ki, quienes abandonaron sus funciones en el grupo de trabajo, del que también formaban parte dos centenares de altos ejecutivos de todas las filiales de Samsung.
Asimismo, Samsung prevé hacer nuevos nombramientos al frente de las juntas directivas de cada una de sus filiales, señalaron fuentes empresariales a la agencia local Yonhap.
La oficina de estrategias de futuro de Samsung es considerada como la "torre de operaciones" del grupo, que además de integrar a Samsung Electronics -mayor fabricante mundial de teléfonos inteligentes-, cuenta con filiales inmobiliarias, financieras, de servicios sanitarios, energéticas o de componentes electrónicos.
Esta oficina fue objeto de numerosas críticas durante el proceso de investigación de la trama de la 'Rasputina' debido a sus supuestos vínculos con el Gobierno, y el propio Lee manifestó su intención de suprimirla durante una comparecencia ante el Parlamento surcoreano.
Red de corrupción
El directivo, de 48 años, permanece detenido desde el 17 de febrero acusado de haber autorizado el apoyo financiero de Samsung a Choi Soon-sil -amiga íntima de la presidenta del país, Park Geun-hye y apodada la "Rasputina", por su cercanía a la mandataria-, a cambio del visto bueno del Gobierno en un acuerdo de fusión de dos de sus filiales.
Además de soborno, la fiscalía acusará a Lee de delitos de malversación y ocultación de activos en el extranjero, según recogió la agencia local Yonhap.
Lee y otros responsables de Samsung han admitido haber abonado unos 43.000 millones de wones (35 millones de euros) a entidades supuestamente controladas por Choi, pero niegan cualquier irregularidad y que recibieran trato de favor por ello.
Lee Jae-yong, el primer líder del mayor conglomerado surcoreano en ser detenido, tomó las riendas del grupo el pasado octubre después de que su padre, Lee Kun-hee, sufriera un infarto en mayo de 2014 que lo mantiene hospitalizado y sin habla.
Choi permanece detenida desde octubre al considerarse que, con la connivencia de Park, confabuló para crear una red de corrupción en la que están aparentemente involucrados la presidenta, miembros de su Gobierno y los principales conglomerados empresariales del país.
El Parlamento surcoreano aprobó en diciembre destituir a Park; la decisión final está ahora en manos del Tribunal Constitucional, que tiene hasta junio para decidir si respalda el proceso.