
El pasado septiembre Samsung tuvo que retirar del mercado más 2,5 millones de dispositivos Galaxy Note 7 por riesgo a una posible combustión espontánea. Después de haber realizado diversas investigaciones y determinar que el problema residía en la batería, parece que la compañía surcoreana podría poner a la venta los terminales retirados después de reacondicionarlos. La reputación de Samsung se hunde en EEUU.
El medio surcoreano Hankyung ha informado que la compañía podría vender en India, Vietnam y Corea del Sur los Galaxy Note 7 retirados del mercado después de someterlos a un profundo proceso de reacondicionamiento e incorporarles una batería menor a la que venía de serie.
De este modo, la batería del Note 7 pasará a ser de 3.000 mAh en lugar de los 3.500 mAh con lo que llegó al mercado el pasado septiembre. Así, Samsung solucionaría uno de los problemas en los que falló la fabricación del terminal.
Otro de los puntos críticos habría sido el diseño del chasis del teléfono, que debido a la presión de éste sobre las baterías habría hecho que se produjesen ciertas roturas en las mismas y se provocase en determinadas situaciones los episodios de combustión espontánea. Por ello, según el medio, la compañía también modificará el diseño del teléfono para contar con otra carcasa que deje más espacio a la batería.
A las semanas de parar la producción la compañía anunció que había recuperado el 96% de los 3,06 millones de unidades distribuidas en todo el mundo, con lo que todavía quedan un 4% de terminales que no han sido posible recuperar.