Tecnología

¿Dónde se esconde el 4% de los Galaxy Note 7 que Samsung aún no ha podido recuperar?

  • Más de 144.000 Galaxy Note 7 se encuentran en búsqueda y captura

Samsung ha recuperado para su análisis y posterior destrucción el 96% de los Note 7 vendidos en todo el mundo, por lo que todas las miradas ahora apuntan por la suerte del 4% restante, lo que viene a ser más de 144.000 dispositivos potencialmente peligrosos.

Las miradas apuntan directamente a los usuarios que se resisten a devolver un equipo, conscientes del valor y atractivo que el equipo puede representar en el futuro.

Para muchos de ellos, la pieza descatalogada viene a ser como una serie de sellos con error de imprenta. En las principales tiendas online, como eBay, todavía es posible encontrar ofertas de ventas de Note 7, con precios próximos a los 800 euros.

El caso es que los últimos mohicanos que dispongan del Note 7 no podrán hacer uso del controvertido móvil sin estar conectado a un enchufe, ya que una actualización de software ha inutilizado el uso normal de la batería, limitándola al 30%.

Los dueños del smartphone tampoco podrán desplazarse con el dispositivo con numerosas líneas aéreas sin incumplir las normativas al respecto. Entre otras medidas, Samsung reforzó durante los seis últimos meses la distribución de los aeropuertos para recuperar los Note 7 que no superaban el control de equipajes y, a cambio, ofrecía de forma inmediata el importe de la compra o la entrega de cualquier otro producto de la marca, incluido Galaxy S7, el actual tope de gama de la firma.

Según explica Francisco Hortiguela, director de Márketing de Samsung España, en un encuentro con la prensa especializada, sólo se han detectado 330 casos de un total de 3,6 millones de unidades vendidas, lo que arroja una incidencia de 11.000 móviles analizados.

Los equipos distribuidos entre analistas, blogueros y periodistas hicieron el camino de vuelta días después de que se confirmó el estallido de la crisis. El fabricante también dispone del inventario y trazabilidad precisa de cada smartphone en manos de miles distribuidores. Se entiende que la práctica totalidad de los equipos en pruebas pudieron recuperarse, aunque siempre existe un porcentaje de móviles descarriados. Y lo mismo también sucede entre los smartphones que cayeron en manos de operadores y proveedores días antes del lanzamiento del Note 7.

A España llegaron muy pocos

Los expertos consultados consideran que la mayor parte de los Note 7 que no se han podido recuperar se encuentran los países en los que se realizó inicialmente su distribución, como Corea, China, Singapur y Estados Unidos. No es el caso de España, donde solo se distribuyeron este modelo en fase de preventa, ya que la incidencia retraso el lanzamiento masivo hasta su posterior cancelación.

"En España apenas se distribuyeron unos cientos de estos terminales", indicó Celestino García, vicepresidente corporativo de Samsung Electronics España a pregunta de elEconomista.es

Según explicó Celestino García tras la retirada global del referido 96% de los equipos, y las medidas preventivas a través de descargas de software, "la reproducción del problema ya es infinitamente menor, con lo cual preferimos no interferir en la política de seguridad de cualquier compañía de transporte aéreo".

El problema, en la batería

Al margen de la caza y captura de los Note 7 aún lejos del control del fabricante, Samsung se ha esmerado en anunciar su arrepentimiento y el propósito de enmienda. De esa forma, el gigante surcoreano pretende cerrar el capítulo más ominoso de reciente historia con un alarde transparencia inusual en el mercado: la culpa de que algunos Samsung Galaxy Note 7 se calentaran hasta llegar a incendiarse la tuvo la batería.

En concreto, la dimensión de la batería -en su parte superior derecha- y el sistema de soldadura de la misma. La suma de las dos anomalías provocó el fiasco que sacudió los cimientos del mayor fabricante de smartphones del mundo.

Cuentan que la incidencia y la inmediata retirada del mercado generó un agujero próximo a los 15.000 millones de euros, cifra que se desprende los más de 19 millones de Note 7, a 800 euros cada uno, que pudieron venderse y que finalmente tuvieron que quedarse en sus cajas para su posterior destrucción.

En adelante, Samsung podría replantearse la superviviencia de la marca Note como enseña referida a phablets de alta gama de Samsung, asunto sobre el que el responsable de la empresa en España prefirió no pronunciarse.

El agujero del Note 7

Según Samsung, el menoscabo en las 'no ventas' de Note 7 ascienden a 3.500 millones de dólares en el cuarto trimestre de 2016 y de 1.000 millones de dólares en el primer trimestre de 2017. Sin embargo, el impacto en la imagen y reputación de Samsung no ha podido cuantificarse, ni tampoco el recelo que podría provocar en futuros clientes la repetición de este tipo de fallos en cadena.

Según ha explicado Samsung a través de una presentación compartida a través de streaming, la existencia de una batería más grande de lo debido obligó a deformar la parte superior de las mismas, lo que a su vez afectó a los elementos aislantes que la pila y causó pequeños cortocircuitos y un calentamiento excesivo de todo el sistema. Las fases de revisión y pruebas de estrés de los elementos de los proveedores internos y externos se tramitaron sin el rigor necesario, en parte por la presión de un mercado que en su momento estaba a punto de dar la bienvenida al nuevo iPhone 7.

Samsung también detalla que ha movilizado en la auditoría del caso a más 700 ingenieros, que en su conjunto han utilizado más de 200.000 dispositivos, con sus respectivas baterías y sus cargadores originales, todos ellos en diferentes escenarios de actuación. Para realizar esta investigación, el fabricante recurrió a tres firmas especializadas en este tipo de procesos para coincidir en que el ensamblaje fue el correcto, así como todos los elementos que componen el puzzle del smartphone, a excepción de la referida batería.

Tras las esperadas disculpas ante clientes, operadores y proveedores, DJ Koh, presidente de Samsung Mobile, has recalcacado en una presentación global que la lección ha quedado aprendida con el objetivo de que nunca más vuelva a repetirse nada conocido. Sin duda, el periodo de pruebas, homologación e inspección de futuro dispositivos será mucho más que exhaustiva, cueste lo que cueste, sin mirar el calendario. Quizá por ese motivo, el Galaxy 8 no realizará su presentación a finales de febrero, durante el próximo Mobile World Congress de Barcelona, sino que se hará en un evento posterior.

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