
El principal riesgo del turismo de Andorra no se encuentra en el deporte de la nieve sino en la factura del móvil. El asunto es casi tan viejo como la propia historia de la telefonía, sin que hasta el momento se haya enderezado la situación. Según se desprende de las tarifas de Movistar y Vodafone, el coste de navegar en itinerancia en Andorra para los españoles viene a ser 200 veces más caro que en cualquier otro país de la Unión Europea.
En concreto, cada mega en roaming se cotiza a 12,1 euros, lo mismo que en Afganistán, Malawi o Australia. El mismo consumo en Francia, Alemania o Italia cuesta 6 céntimos, según las tarifas básicas de los dos operadores, sin aplicar planes de ahorro para este tipo de consumo. En el caso de Orange, el precio del mega en itinerancia desde Andorra es más barato que el de Movistar y Vodafone, ya que asciende a 6 euros, lo que en cualquier caso resulta 100 veces más elevado que el mismo paquete de navegación en cualquier otro país de la UE.
A efectos de la economía doméstica, navegar con el móvil en Andorra viene a ser como hacerlo en cualquier país del África profunda. De hecho, desplazarse hasta el Principado y gastarse más en teléfono móvil que en alojamiento, comida o acceso a las pistas de esquí era algo relativamente fácil en el caso de que el usuario olvidara desconectar el roaming al cruzar la frontera.
Las facturas podían sumar varios cientos de euros con el inmediato sobresalto de los usuarios. Esa situación de gastos disparatados se ha moderado gracias a que los principales operadores acordaron establecer un tope máximo por roaming de 60,5 euros. Superado ese importe, la conexión en itinerancia se suspendía para no provocar quebrantos económicos en los clientes. Aun con la medida preventiva de los operadores, para alcanzar el gasto de los referidos 60,5 euros no requería navegar mucho con el smartphone o conversar más tiempo de lo habitual. Basta con realizar un uso reducido del terminal para que el consumo supere los cientos de euros. El motivo de todo lo anterior no tiene nada que ver con el afán recaudador de los operadores de telefonía españoles, sino más bien con la voracidad de Andorra Telecom, operador que atesora el monopolio de las infraestructuras móviles en el principado.
En virtud de su dominio en el país de los Pirineos, Andorra Telecom establece los acuerdos de itinerancia que considera interesantes con el resto de los operadores, al margen de las pautas marcadas en la Unión Europea. De hecho, los ingresos por roaming de Andorra Telecom es uno de los grandes negocios del operador local, en su mayoría procedente de los más de 600.000 visitantes que llegan desde España.
Apagar los datos
Por todo lo anterior, el mejor consejo que pueden recibir los turistas españoles en Andorra consiste en desconectar los datos nada más cruzar la frontera. A todos ellos no les bastará con no utilizar los servicios de Internet móvil, ya que el propio smartphone realiza consumos invisibles a través de las rutinas de las aplicaciones instaladas o las actualizaciones periódicas del dispositivo. La receta de uso más conveniente para aquellos interesados en consultar el correo o refrescar las redes sociales consiste en aprovechar las redes WiFi disponibles, ya sea en hoteles o lugares públicos.