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Los beneficios de Apple caen: ¿qué futuro le espera ahora a la compañía?

Apple presentó ayer resultados. Unas cuentas en las que la compañía de Cupertino ha registrado la primera caída de ingresos y beneficios desde el año 2001. El principal motivo se sitúa en la reducción de ventas de su dispositivo estrella, el iPhone, aunque otros productos como el iPad o los Macs, también han caído. Tras estos resultados, ¿qué cabe esperar de Apple?

La caída de la venta de los smartphones parece concentrarse en dos motivos principales: el menor interés del mercado por el iPhone 6S, un teléfono continuista y sin grandes mejoras con respecto al modelo anterior; así como la desaceleración del mercado de smartphones a nivel mundial, especialmente en China, país clave para Apple a la hora de vender su teléfono.

Aunque la reducción de ventas del iPhone es precupante, ya que el teléfono representa el 60% del beneficio de la compañía, y China está cerca de ser el segundo mercado para la empresa (19% de cuota) -Europa tiene un 23%-, los analistas esperan que el iPhone 7 volverá a recuperar el terreno perdido el próximo trimestre. Hay varios motivos para confiar.

Durante la presentación de resultados, Tim Cook, CEO de la compañía, explicó que la acogida del nuevo teléfono "ha sido realmente fuera de serie", y es que a día de hoy todavía hay una media de 8 semanas de espera para poder hacerse con el iPhone 7 Plus, su smartphone más ambicioso hasta la fecha.

La demanda es tan alta que no son capaces de fabricar suficientes teléfonos, sin embargo, el respaldo definitivo a las ventas del teléfono podría provenir en parte gracias a Samsung. Y es que Apple se ha colocado como una de las principales beneficiadas -especialmente en EEUU- del fallido Note 7.

Un iPhone más rentable

Más allá de poder hacer frente a la demanda del iPhone 7 y pescar en los consumidores descontentos con Samsung, donde reside la fórmula mágica de Apple para conseguir el esperado éxito con su división de teléfonos está en el iPhone 7 Plus. Y es que la compañía con sede en Cupertino ha pasado por primera vez a diferenciar el Plus del modelo normal gracias a añadirle especificaciones exclusivas (como la doble cámara que permite el modo retrato).

Esta diferenciación ha hecho que por primera vez los clientes se hayan interesado más por el modelo de iPhone más grande, con lo que están dispuestos a pagar al menos 120 dólares más a la compañía a la hora de comprar su teléfono. De este modo, cambia la tendencia del interés del usuario en su teléfono más barato, el iPhone SE (399 dólares), al tiempo que se mantiene el precio del iPhone 7 con respecto al iPhone 6S pese a aumentar su memoria.

Además, toda la publidad de Apple se ha centrado en promocionar el modelo Jet Black. Con el color negro brillante la compañía quiere destacar por un lado que es una tonalidad que permite reconocer a primera vista que el usuario tiene el último iPhone del mercado, al tiempo que no está disponible en la versión de menor capacidad, con lo que habrá que sumar otros 100 dólares a la factura. Así, quien quiera optar por el iPhone 7 Plus en color Jet Black habrá terminado pagando 220 dólares más que por un iPhone 7 en otro color.

Eso sí, ahora la compañía trabaja en satisfacer la demanda generada por el iPhone 7 Plus, que según analistas ha sobrepasado las estimaciones iniciales de la propia compañía. "El especial interés por el modelo más alto ha hecho que Apple no sea capaz de afrontar la demanda. Es inherentemente difícil saber cómo nuevos acabados y características van a afectar a la demanda de un nuevo modelo", explicaba a Reuters el analista de Jackdaw Research, Jan Dawson, que añadía que el problema que tiene ahora mismo Apple con el teléfono es que "si usted no es capaz de conseguir que el producto llegue las manos de la persona que lo desee, aquí y ahora, son los dólares que no tienes".

Más allá del iPhone, brillan los servicios

Lo cierto es que la dependencia del iPhone de Apple ha hecho que la caída de las ventas sea un sonoro varapalo para la compañía, algo a lo que no ayudan que el resto de productos tampoco logre tomar el testigo del teléfono. Durante el último trimestre, Apple vendió 9,3 milliones de iPads y 4,9 millones de Macs lo que supone un descenso con las ventas del mismo trimestre del año anterior (9,9 millones y 5,7 millones, respectivamente).

Sin embargo, la compañía va alejándose poco a poco del hardware para pasar a ser cada vez más rentable en el software, dando a los usuarios cada vez más servicios que ofrecen un valor añadido a cada producto.

La división de Servicios encadena un ascenso continuo desde el segundo trimestre de 2011. Concretamente en el cuarto trimestre tuvo un crecimiento del 24%, llegando a 6.300 millones de dólares. Unos ingresos que se dispararon no sólo gracias a la tienda de aplicaciones (que representa la mayor porción de la tarta de servicios) sino que la música también ha crecido un 22% en el ecosistema de la compañía, un aspecto que Cook se comprometió a mejorar en los próximos meses con más oferta y mejores opciones.

Cook también habló sobre el rumoreado proyecto del coche a raíz de una pregunta del analista de Piper Jaffray, Gene Munster. El CEO de la compañía fue claro poniendo el acento en el poder de los servicios para "mejorar la experiencia del cliente" en los vehículos.

"Siempre estamos mirando cosas nuevas, y el sector de vehículos es un área en la que hay una gran cantidad de tecnologías que sean capaces de revolucionar la experiencia de coche, lo que es interesante desde ese punto de vista. Pero sin duda nada para anunciar hoy".

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