Hace décadas tener una cámara réflex estaba reservado a fotógrafos profesionales y aficionados muy entusiastas del mundo fotográfico. Hoy en día, como tantas otras cosas, esto ha cambiado y las réflex están al alcance de todos, y la popularidad de la fotografía como profesión y como hobby no hace más que crecer.
Una cámara réflex se diferencia de las cámaras de sistema compacto o mirrorless en que cuenta con un sistema interno de espejos que consigue que la imagen invertida que se forma a través del objetivo llegue al visor de la cámara de manera correcta, para que así el encuadre y el enfoque de nuestra foto tenga la mayor precisión posible (es más sencillo de lo que parece, lo prometemos). Las mirrorless no cuentan con este sistema, y la imagen que vemos a través del visor tiene una desviación respecto a lo que luego veremos en la imagen final.
Sabemos que, aunque éstas son cámaras para iniciarse en el mundo de las réflex y no tienen los precios de las gamas más profesionales, pueden suponer una inversión importante (¡razón de más para pensar bien cuál nos convence!) y nos tiene que durar algunos años. Posiblemente te interese saber que existen compañías que ofrecen mini créditos precisamente para este tipo de gastos, por lo que es una opción a considerar.
Dicho esto, pasamos a darte un par de consejos para que elijas la cámara que mejor se adapta a tus necesidades. El primero de ellos es que no te guíes por la marca que te guste más o menos, sino por las prestaciones que tiene cada cámara. Parece algo evidente, pero conviene recordarlo. Investiga en Internet qué resultados da cada una y busca y compara fotos hechas con ellas (Flickr es un buen lugar en el que buscar por cámaras).
Y desde luego, si tienes amigos o conocidos con alguna de ellas, ¡pídele que te deje disparar algunas fotos! La experiencia directa con la cámara será tu mejor criterio para decidir. Por otro lado tienes que tener claro qué es exactamente lo que más te interesa de una cámara: que tenga buena sensibilidad para hacer fotografía nocturna, que tenga buena calidad de vídeo o con autofoco continuo, que sea más resistente... Eso es lo más importante
Canon 750D
Cuenta con un CMOS de 24 megapíxeles, conexión WiFi parta poder conectar la cámara a nuestro tablet o smartphone y un sistema de enfoque de 19 puntos en cruz que resulta realmente ágil tanto para foto como para vídeo. La 750D tiene un rango de sensibilidad que va desde los 100 hasta los 25.600 ISO (incluyendo forzados, eso sí) una pantalla articulada y táctil de 3" y con una resolución impresionante para una cámara de esta gama. Respecto al vídeo, permite grabar en Full HD y a 30, 25 o 24 fps.
Kit Básico Canon EOS 750D + Objetivo18-55mm IS STM (689 euros)
Canon 1300D
La 1300D es de las opciones más básicas de Canon, pero también es una de las réflex más pequeñas y ligeras del mercado: es una cámara pensada especialmente para el gran público que quiere iniciarse en el mundo de las réflex, con un cuerpo de plástico y un precio por debajo de los 400 euros que prima la comodidad de uso para los más principiantes por encima de la calidad de la cámara. Una cámara para llevar encima y no complicarse mucho, vaya.
Cuenta con un sensor APS-C de 18 megapíxeles, una velocidad de ráfaga de 3 fotogramas/segundo y una sensibilidad máxima de 6.400 ISO. Eso sí, cuenta con conexión WiFi que nos vendrá realmente bien para conectar a nuestro dispositivos, y una batería que permite una autonomía de entre 400 y 500 disparos.
Kit Básico Canon EOS 1300D + Objetivo 18-55mm IS II (389,99 euros)
Nikon D5200
Aunque pertenece a la gama baja de Nikon, ésta cámara va un paso más allá de lo básico. Además de un sistema de enfoque de 39 puntos de enfoque (9 de ellos en cruz) bastante rápido, cuenta con una pantalla LCD giratoria de 3 pulgadas, un ISO que va hasta los 25.600 (al igual que la Canon 750D), velocidad de disparo de hasta 5 fotogramas por segundo, y algún que otro extra que la convierte en una muy buena opción. Respecto al vídeo, graba en Full HD (a 1080p) y añade micrófono estéreo para una mayor calidad en el audio de nuestros vídeos.
Kit Nikon D5200 + Nikkon AF-S DX 18-55 mm f3.5 VR II (508 euros)
Sony SLT α58
Siendo justos, no se trata de una cámara réflex al uso al no contar con el sistema pentaprisma tradicional, pero puede competir de una manera muy digna con las opciones de las demás marcas. Cuenta con un espejo traslúcido que nos da una cobertura del 100% mirando por el visor (cosa que no ocurre con la mayoría de las réflex), y al no tener el sistema de espejo hace que se reduzca el peso de la cámara y mejore la velocidad de autoenfoque tanto para fotografías como para vídeo. La pantalla LCD trasera es algo más pequeña que alguna de sus adversarios (con 2,7")
Sony SLT A58 + Objetivo 18-55mm f3,5 (598 euros)
Pentax K50
Otra muy buena alternativa para iniciarse en el mundo de las réflex, ya que cuenta con un cuerpo de magnesio ergonómico y muy resistente a polvo y salpicaduras (¡pero no como para pegarle un baño!). Tiene buena velocidad de autofoco con 11 puntos de enfoque y una velocidad máxima de obturación de 1/6000, además de estabilización en el cuerpo de la cámara y conexión WiFi para pasar las fotos rápidamente a otro dispositivo. Como defecto, no dispone de autofocus continuo en el vídeo ¡pero aun así no es mala opción en absoluto!
Pentax K50 + Objetivo DAL 18-55mm (470 euros)
Ahora que conoces estas cinco cámaras, te animamos a investigar éstas y otras opciones que existen en el mercado, y a estudiar bien cada una de ellas, sus prestaciones y cómo se adaptan a lo que quieres conseguir en tu aventura fotográfica.
Todas las marcas tienen sus gamas baja, media y profesional de cámaras, así que a modo de conclusión te diremos que no se trata tanto de elegir entre cámaras mejores y peores como de cámaras que se adaptan a nuestras necesidades: con cámaras de lo más normales se pueden hacer grandes fotografías, ¡así que no esperes más y empieza a disparar!